¿Por qué Obama firmará su orden ejecutiva en Nevada?

Cuando el presidente Barack Obama firme el viernes una orden ejecutiva para ayudar a que más migrantes obtengan estatus legal, lo hará en la misma escuela secundaria de Las Vegas donde reveló por primera vez su anteproyecto de una reforma integral de migración hace casi dos años.

No es algo fortuito: Nevada es un estado cambiante en cuanto a preferencia partidista en el que 27.5% de los residentes son hispanos. Aproximadamente 7.6% de los habitantes en Nevada están sin permiso, la proporción más alta para cualquier estado.

Uno de cada seis estudiantes tiene al menos un padre que vive bajo el espectro de la deportación.

Una de ellos es Astrid Silva, una activista por los derechos de los migrantes que vive en Las Vegas, quien fue traída al país ilegalmente y ha recibido estatus de residencia temporal bajo el programa de suspensión de deportaciones que implantó Obama en 2012.

La deportación de su padre está agendada para enero, y no está claro si podrá recibir protección bajo el nuevo plan.

Silva estaba planeando asistir a una de varias fiestas organizadas el jueves en Las Vegas para observar el mensaje de Obama, en el que se espera anuncie detalles sobre su orden ejecutiva.

«Quiero estar segura de que voy a poder ir a casa y que mi padre estará ahí», comentó.

Los 22 meses que han transcurrido desde que Obama visitó la Escuela Secundaria Del Sol, donde 63% de los estudiantes son hispanos, han sido una montaña rusa de emociones para activistas jóvenes como Silva.

El viaje del presidente en enero de 2013 ocurrió pocos meses después de su victoria sobre Mitt Romney, en la cual Obama ganó Nevada y obtuvo 80% de los sufragios de los 270 mil votantes latinos del estado.

La asistente a esa reunión Jessie Barajas, de 18 años, dijo que ella es ciudadana estadounidense, pero sus padres y sus hermanos no.

«Se siente como si nuestras familias estuvieran viviendo bajo una roca, y ahora eso va a cambiar», dijo ella entonces.

El optimismo en esa reunión que atrajo a cerca de dos mil personas y produjo gritos de «¡USA!» y «íSí se puede! (en español) , se evaporaron cuando una ley de reforma integral de migración quedó estancada en la Cámara de Representantes controlada por el Partido Republicano después de haber sido aprobada en el Senado. Silva dijo que partidarios de la reforma de inmigración perdieron la fe en el presidente de la cámara baja, el legislador republicano John Boehner, quien no presentó la medida para su votación.

Desde entonces, los demócratas han sufrido derrotas espectaculares a nivel nacional. Las pérdidas este mes en las elecciones intermedias fueron especialmente prominentes en Nevada, donde los demócratas tenían una ventaja en el número de votantes registrados, pero éstos no acudieron a las urnas.

Ambas cámaras de la Legislatura estatal, en poder de los demócratas, pasaron al control de los republicanos, y el Partido Republicano tomó todas las oficinas de gobierno del estado y tres de los cuatro escaños federales del estado.

Aún no se han reportado las cifras de participación de los hispanos de Nevada en las elecciones intermedias, pero observadores dicen que probablemente se desanimaron cuando los candidatos no hablaron sobre inmigración, algo que 48% de los votantes latinos en Nevada describió como el tema más importante para ellos. Una encuesta de Latino Decisions realizada antes de las elecciones intermedias encontró que 64% de los votantes hispanos reportó conocer a un amigo, familiar o compañero de trabajo que está en el país sin permiso.

Será especialmente importante para los demócratas volver a estimular a ese bloque electoral para 2016, cuando se espera que el senador Harry Reid busque la reelección y podría enfrentar al primer gobernador hispano de Nevada el republicano Brian Sandoval, si entra a la contienda.

Reid sobrevivió a una impugnación en 2010 gracias al voto latino y ha dejado en claro que asistirá el viernes a la reunión donde Obama resaltará su acción ejecutiva sobre inmigración.

Activistas esperan que los nuevos lineamientos reavivarán el entusiasmo político en la comunidad latina y la llevará a presionar por la acción congresional necesaria para contar con cambios integrales de inmigración duraderos.

«Esperamos que alentará a la comunidad para ensuciarse las manos y hacer que se obtengan resultados», dijo Leo Murrieta, un director nacional con sede en Las Vegas del grupo Mi Familia Vota.