De la voz de Luis Eduardo Aute el Centro Cultural Roberto Cantoral, se rindió ante los 43 desaparecidos en
Ayotzinapa gracias a que el cantautor dedicara su concierto de esta noche a ellos.
«Quisiera dedicar este concierto como un homenaje a las 43 víctimas», dijo para ser interrumpido por aplausos. «Y tantas otras víctimas de la violencia absolutamente irracional e injustificable; para todos ellos las canciones de esta noche», completó. Como un recuerdo de algunas fotografías de Manila y La Habana, en 1945 y 2010 es que la gran pantalla del escenario mostró el largometraje El Niño y el basilisco como complemento del disco de Aute El Niño que miraba el mar. Entre aplausos salió al escenario a las 21:25 horas, mandó un beso y se sentó en medio de sus tres músicos.
para.
, vestido de saco y playera negra acompañando su pantalón de mezclilla, interpretar «De la luz y la sombra», mismo título que su actual gira y con el cual regresa después de 21 meses de su presentación en el Teatro Metropólitan.
«Buenas noches, muchas gracias. Estoy feliz de estar de nuevo en México y además en este espacio tan íntimo y acogedor. Creo que vamos a pasar una noche muy especial, yo haré lo posible porque así sea porque este concierto es uno de los últimos de la gira», saludó en el inicio de un show para cantar temas de su último álbum y hacer un repaso por otras etapas de su carrera preparando una próxima gira de éxitos.
Siguió con «Me va la vida en ello» y «Una ser humano» para después recordar la historia de «Atenas en llamas», letra que escribió por una plática en casa de un amigo poeta en Atenas.
«Después de las primeras revueltas, muy agresivas, donde levantaron barricadas a consecuencia de que la policía mató a dos estudiantes. ¿Les suena algo, no? allá fueron dos», expresó a quien le atrajo que la civilización europea se levantara con pancartas.