El lenguaje verbal de Nico Rosberg no tiene nada que ver con el corporal. El alemán se esfuerza en exhibir una imagen de tranquilidad y sosiego que sin embargo se da de frente con la frustración que le causa verse con poquísimas opciones de encasquetarse su primera corona de campeón del mundo de Fórmula 1, después de haberlo tenido más o menos encarrilado durante más de media temporada. En el que de cualquier forma habrá sido su mejor año de los ocho que lleva en el certamen, el chico de Wiesbaden se ha dado de bruces con la realidad de todo aquel que alguna vez ha sufrido a Lewis Hamilton como compañero. El británico es un tiburón, probablemente el integrante de la parrilla con más talento puro junto a Fernando Alonso. Su voracidad no conoce límites, y la combinación de ambos factores aquello que le ha dejado en la situación actual, esto es, en la mejor predisposición para alzarse con el que sería su segundo título después del que ya consiguió en 2008, cuando formaba parte de McLaren.
Llegados a este punto Rosberg hace lo que debe tan bien como puede. No tiene nada que perder y probablemente por eso está arriesgando como nunca antes lo ha hecho. En Interlagos, el penúltimo asalto antes de la cita de Abu Dabi, más definitiva que nunca por el valor doble de la puntuación que se otorgará allí, lo ha bordado en todo momento. El viernes fue el más rápido en las dos sesiones de ensayos libres, algo inédito hasta la fecha, y el sábado se perpetuó allí, el primero en la tabla de tiempos después de rebajar en medio segundo la pole más rápida del trazado, que permanecía intacta desde hace una década, exactamente desde que Rubens Barrichello la estableciera al volante de aquel invencible Ferrari con el que Michael Schumacher arrasó en 2004.
Se trata de la décima pole del curso para el germano, que de esta forma arrancará el primero y por delante de su compañero de equipo. Hamilton se situó momentáneamente en la primera plaza gracias a su última intentona en la criba definitiva (Q3), pero el subidón apenas le duró segundos, el tiempo que tardó Rosberg en cruzar la meta. La tercera plaza de la parrilla la ocupará Felipe Massa, mientras que Fernando Alonso partirá el octavo.
