Los mataron y calcinaron, pero los 43 seguirán como “desaparecidos”: PGR

El peor escenario se hizo realidad, ya que Jesús Murillo Karam, procurador General de la República precisó que los 43 estudiantes normalistas desaparecidos desde el 26 de septiembre pasado en Iguala, pudieron ser calcinados en un basurero de Cocula.
El ex presidente municipal de Iguala, quien tenía designada la comunicación interna de la policía municipal el código “A-5”, fue quien dio la orden a Sidronio Casarrubias Salgado, líder de grupo delictivo Guerreros Unidos, para “contener” a las personas que viajaban en cuatro camiones, según declaró el propio operador de la central de radio, David Hernández Cruz.

Abarca se encontraba, sin ningún remordimiento, en el informe que daba su esposa sobre sus actividades del DIF municipal.

En videos mostrados por la PGR, los detenidos, acompañados de autoridades, narraron cómo sucedieron los hechos atroces que cometieron tanto en el basurero donde fueron calcinados los restos, como en el río  San Juan donde tiraron las bolsas con ellos.

El procurador dijo que hace casi ocho días detuvieron a Patricio Reyes El Pato, Jonathan Osorio El Jona y Agustín García Reyes El Chereje, quienes pertenecen al grupo criminal Guerreros Unidos. Ellos confesaron haber recibido al grupo de normalistas en el lugar donde primero los privaron de la vida y después los quemaron.

Los estudiantes fueron subidos a un camión con capacidad para cargar 3.5 toneladas y en otra camioneta de capacidad menor. Los plagiarios tomaron el segundo camino que llevaba a Cocula, ahí fueron vistos por un sujeto que tenía la función de vigilar que pasaran por ahí.

En video, los presuntos asesinos narraron como si nada pasará cómo fue que los estudiantes arribaron al lugar y describieron que al menos 15 de los 43 normalistas ya estaban muertos cuando fueron bajados de las camionetas, según estos hombres, se habían asfixiado.

El resto de los jóvenes fueron privados de la vida en el lugar y fueron arrojados al fondo del basurero ya muertos. Sobre ellos vertieron todo tipo de combustibles, desde diésel hasta gasolina, además de echar sobre ellos llantas, madera y plásticos.

Los criminales hicieron relevos durante toda la noche para avivar las llamas, ellos relatan que desde la media noche hasta, según la declaración de uno de los sujetos, las 2 de la tarde del 27 de septiembre el fuego se extinguió. No pudieron recoger los restos calcinados por el gran calor que se produjo sino hasta varias horas después.

Cuando finalmente bajaron a recoger los restos, un hombre apodado El Terco recibió la orden de terminar con los huesos que aún quedaban en el lugar “con piedras los terminamos de romper”. Después, las cenizas fueron depositadas en bolsas de plástico negras, para luego ser tiradas en el río San Juan.

Las pantallas de la sala de prensa mostraban la reconstrucción de los hechos donde, a orillas del río, los criminales tiraron los restos de los normalistas, incluso uno de ellos aseguró que tiró dos de las  bolsas completas.

En las fotografías presentadas se puede observar dientes de algunos de los 43 desparecidos, así como los restos hechos cenizas. El procurador aseguró que los restos estaban tan quemados que al tocarlos se desmoronaban.

A decir de los peritos, el alto nivel de degradación de los restos tan calcinados por el fuego, provoca que sea muy complicada la extracción de ADN. Por esta razón los expertos recomendaron realizar estudios altamente especializados.

Por su parte, el procurador indicó que se harán estudios mitocondriales en la  Universidad de Innsbruck, en Austria, “tan complicados, por la extrema calcinación de los restos” y no se puede especificar una fecha definida para la entrega de resultados, que confirmen la identidad de las personas asesinadas.

“Hasta el momento hay 74 detenidos, de los cuales tres son testigos de la muerte de los normalistas, según sus declaraciones. El resto está relacionado con el secuestro y traslado de los estudiantes. Y aún faltan 10 ordenes más por cumplimentar”, explico el titular de la dependencia.

Asimismo, detalló que los normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, desaparecidos desde el 26 de septiembre pasado, no formaban parte de ningún grupo de la delincuencia organizada.

Por otra parte, la primera ruta que se siguió en el mapa mostrado, la investigación  arrojó el hallazgo de seis fosas en total. En las primeras cinco había 30 restos humanos y en la sexta ocho cuerpos. Incluso se encontraron restos que correspondían a mujeres. En este caso se indicó que los probables responsables son policías municipales de Iguala.

“La investigación queda abierta hasta agotar todas las posibilidades de identificar los restos humanos encontrados en la barranca y en las bolsas de plástico del río San Juan, mientras tanto se seguirá considerando como desaparecidos a los estudiantes de Ayotzinapa para efectos de la investigación”, dijo el abogado de la nación.

Con voz tenue y semblante solemne, Murillo Karam señaló que su reunión con los padres de los desaparecidos fue demasiado triste, “el ambiente se sentía triste, y es comprensible, cualquiera que estuviera en su lugar sentiría lo mismo. Cuando informé  a los familiares los avances de la investigación noté su enorme dolor, dolor que compartimos solidariamente todos”.