El asesinato de dos integrantes de la Guardia Indígena en el sur-occidente de Colombia, por parte de las guerrillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) generó indignación en las organizaciones indígenas de este país andino.
Los dos indígenas fueron asesinados por las FARC en una zona rural del municipio de Toribio, en el departamento del Cauca, cuando la Guardia Indígena se opuso a la colocación de una valla en homenaje al jefe máximo del grupo insurgente, Alfonso Cano, quien murió en un operativo militar en el 2008.
«Los guerrilleros instalaban pasacalles alusivos al aniversario de la muerte de Alfonso Cano.
Distribuyeron panfletos y CD con información referente a la posición de las FARC sobre los diálogos con el gobierno en La Habana» , señaló en un comunicado la Asociación de Consejos Indígenas del Norte del Cauca.
La Guardia Indígena inició «el control territorial desde la mañana de este miércoles.
Localizaron al grupo insurgente en la vía que conduce a la institución educativa de la vereda Sesteadero y les solicitaron de forma verbal que retiraran los pasacalles» .
«Como no se atendió la solicitud de la Guardia, veinte minutos después, los propios guardias se encargaron de retirar los pasacalles.
En ese momento se registró el primer hostigamiento armado. Los guerrilleros lanzaron ráfagas que alcanzaron una motocicleta de la Guardia» , denunció la organización indígena.
Agregó que ningún miembro de la Guardia Indígena porta armas de fuego, sino simplemente bastones o «varas» de mando, como símbolo de resistencia y defensa a la vida.
Las comunidades indígenas «rechazamos el fusilamiento de nuestros guardias indígenas, llamamos a la comunidad a mantenernos en asamblea permanente y a estar atentos al llamado de las autoridades tradicionales , en cumplimiento del ejercicio legítimo del control social y territorial».
