Juan Soriano cautiva con esculturas en Nueva York

Luego de año y medio de gestiones, esculturas monumentales del artista plástico mexicano Juan Soriano (1920-2006) se erigen triunfantes en la plaza de la sede de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Nueva York, donde atrapan la mirada de turistas, residentes y estudiantes.
Se trata de «Pájaro de dos caras», «Pájaro III» y «Paloma de bronce», de Juan Soriano, permanecerán en la Plaza Dag Hammarskjöld, de Manhattan, Nueva York, hasta el 30 de abril de 2015.
Marek Keller, compañero de Juan Soriano y presidente de la Fundación Juan Soriano y Marek Keller, expresó su satisfacción por haber logrado conjuntar el esfuerzo del Consulado General de México en Nueva York, el Departamento de Parques y recreación de Nueva York, la oficina de la ONU en esa ciudad, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y el Instituto Nacional de Bellas Artes.
«Es una manera de poner a Juan Soriano, a través de su obra, nuevamente en contacto con el público, y digo esto porque aquí las personas pueden tocar sus esculturas, sacarse fotos, hacerlas parte de su rutina diaria. Puedo decir que no había nada más gratificante para él que ver esa interacción de la gente con su trabajo», refirió.
En declaraciones para el Conaculta, Keller recordó que Nueva York era una ciudad que Soriana disfrutaba mucho y que le importaba para exhibir su obra, aunque es la primera vez que llevan obra monumental. «Ojalá esta exhibición sirva de puente para que más obras de artistas mexicanos puedan ser conocidas aquí», señaló.
A la muestra acudieron estudiantes como Rosa Sánchez, joven aprendiz de arte en Manhattan que se enteró por los periódicos que las esculturas de Juan Soriano (Guadalajara, Jalisco, 8 de agosto, 1920-Ciudad de México, 10 de febrero, 2006) serían exhibidas al público y de inmediato planeó toda una tarde para realizar unos bosquejos.
«Juan Soriano ha sido siempre una profunda fuente de inspiración para mí. Pocos años antes de su fallecimiento tuve la oportunidad de conocerlo en México, en una ceremonia que se llevó a cabo en la explanada del Auditorio Nacional, donde me dijo que si realmente sentía el llamado del arte no me resistiera porque me iba a arrepentir, aquí estoy siguiendo su consejo», afirmó Sánchez.
«Me gusta su pátina, es muy urbana con esos tonos café oscuro y verdosos tan elegantes, creo que los artistas mexicanos como Juan Soriano son los mejores embajadores de lo que es México, y su presencia revierte las malas noticias sobre violencia que lamentablemente leemos quienes vivimos en el exterior», consideró.
Para David Pastmore, estudiante de fotografía, las esculturas de Juan Soriano producen una suerte de hechizo en quien las mira por primera vez.
«No conocía a este artista, es la tercera vez que vengo, esta vez para trabajar», afirmó Pastmore, quien realiza unos retratos a una modelo junto a la escultura «Paloma de bronce».
«Son piezas muy estéticas, me encanta poderlas incluir en mi trabajo. He comenzado a investigar en internet más acerca de Soriano gracias a estas esculturas. Me he encontrado con cosas fascinantes acerca de él y también he descubierto a otros artistas mexicanos de su generación, es un regalo para esta ciudad que estas esculturas estén aquí», concluyó.