La ciudad india de Calcuta se encuentra en alerta ante el aviso de un posible ataque de «insurgentes paquistaníes», tras la amenaza de un grupo talibán que reivindicó el ataque suicida en la frontera de Pakistán en el que murieron 57 personas, informó una fuente oficial.
«Hemos desplegado un fuerte dispositivo policial en Calcuta y particularmente en el puerto tras el aviso de un posible ataque de militantes paquistaníes por parte de las agencias de inteligencia», dijo un portavoz de la policía de Bengala.
Las agencias de seguridad interceptaron conversaciones telefónicas que revelaron un posible ataque contra intereses militares en el puerto de Calcuta, dijeron fuentes de inteligencia al diarioHindustan Times.
Dos buques de la Armada abandonaron ayer el puerto de Calcuta, a pesar de que estaba previsto que permaneciesen en el puerto abiertos a visitas del público hoy y mañana. La Armada india no confirmó que la salida de los barcos se debiese a la alerta y afirmó en un comunicado que se debió a «razones operativas», de acuerdo con la prensa local.
La alerta se produce tres días después de que el grupo Jamaat-ul-Ahrar, escisión del Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP), el principal grupo talibán de Pakistán, afirmase que puede atacar la India.
«Este ataque es un mensaje a los Gobiernos de ambas partes de la frontera», dijo Ehsanullah Ehsan en su cuenta de Twitter, tras reivindicar el atentado suicida en el puesto fronterizo de Pakistán con la India de Wagah que causó 57 muertos y 112 heridos el domingo.
«Si podemos atacar en un lado (de la frontera), el otro lado también puede ser atacado», añadió el portavoz.
Otros dos grupos insurgentes se atribuyeron la autoría del ataque. Ehsan además amenazó al primer ministro indio, Narendra Modi.
«Eres el asesino de cientos de musulmanes. Nos vengaremos por la muerte de inocentes en Cachemira y Gujarat», afirmó el portavoz en un mensaje a Modi en Twitter.
Al actual mandatario indio se le acusa de haber tolerado la matanza de un millar de musulmanes que perpetraron radicales hindúes en 2002 en Gujarat, la peor masacre de índole religiosa registrada en los últimos años en el gigante asiático, aunque diferentes investigaciones judiciales absolvieron a Modi.
La India y Pakistán han librado dos guerras y conflictos menores por Cachemira, dividida entre ambos países desde su partición en 1947.
