Perfilan republicanos a sólida mayoría en Cámara Baja

Los republicanos ganaban más de 120 escaños cuando las casillas cerraron en el Este, y es casi seguro que sobrepasen los 218 si sus titulares conservan sus curules en el centro norte y el oeste del país, cosa que se espera. Los republicanos tomaron una ventaja tempranera contra el veterano representante John Barrow en Georgia y contra Nick Rahall de West Virginia, dos de los últimos demócratas en el sur blanco.
Los republicanos capitalizaron la insatisfacción de los votantes con el presidente Barack Obama y el malestar general de la nación.
Su primera ganancia neta del día fue el escaño que dejó el demócrata moderado en Carolina del Norte por jubilación, mientras trataban de lograr avances en los bastiones demócratas en Illinois, Minnesota y California.
Unas dos docenas de titulares demócratas estaban en peligro de ser derrotados, pero sólo cuatro republicanos encaraban desafíos serios en los comicios.
Las victorias republicanas en las elecciones intermedias de 2010, impulsadas por el ascenso del movimiento ultraconservador Tea Party, le dieron al partido la ventaja al momento de reconfigurar los distritos legislativos.
Las bajas tasas de aprobación de Obama, de alrededor de 40%, fueron un lastre para los demócratas, como lo fue la inquietud del electorado por temas como la amenaza del grupo Estado Islámico, el brote de ébola y la pérdida de empleos.
Señales económicas alentadoras sobre una caída en la tasa de desempleo y gasolina más barata no ayudaron al partido del presidente, que por lo general pierde escaños en las elecciones intermedias.
Los republicanos controlan actualmente 234 escaños y se prevé que los republicanos alcancen 246 escaños, los mismos que tuvieron en 1947-1949, cuando otro demócrata, Harry S. Truman, ocupaba la Casa Blanca.
Los demócratas lograron la mayoría más alta de la era moderna en 1979, con 292 escaños.
Los republicanos redujeron deliberadamente sus expectativas a una ganancia neta de entre cinco y ocho curules, pero en privado algunos dicen que cualquier cifra menor a una docena será una decepción.
Una sólida mayoría republicana significa que el presidente de la cámara baja John Boehner puede lograr la aprobación de iniciativas de ley aun si existen deserciones entre sus filas, a la vez que los republicanos tendrían mayor representatividad en comisiones para dar forma a la agenda partidista.
Además, cuentan con poder coordinarse con un Senado de mayoría republicana también.

Para Obama, una pérdida de una docena de escaños sería una distinción oprobiosa. El presidente, cuyo partido perdió 63 escaños en 2010, se convertiría en el presidente con dos mandatos que más escaños legislativos pierde en elecciones intermedias, superando los 74 de Truman.