Traje de baño: su historia y sus riesgos

El traje de baño ha evolucionado de la mano de los textiles, siendo actualmente una pieza que resalta la belleza femenina, pero también representa un riesgo para la salud. Emprenda el recorrido por su historia y sabrá a qué nos referimos.
Traje de baño: su historia y sus riesgos
Cuenta la historia que en el siglo XIX los europeos se acercaron a las playas por recomendación de los médicos, pues tomar baños de mar y Sol era remedio a enfermedades como meningitis (inflamación de las membranas que envuelven al cerebro y medula espinal), depresión y males del amor; la popularidad se facilitó gracias al auge del ferrocarril.
Sin embargo, el contacto con el mar lo hacían completamente vestidos, por lo que surgió la necesidad de crear una prenda que hiciera más cómodo ese momento. Los primeros modelos femeninos se confeccionaron con el mismo material que las demás prendas de vestir, como franela, y su diseño comprendía corpiño ajustado, cuello alto y mangas hasta los codos; falda a las rodillas, debajo pantalones bombachos, medias negras e incluso zapatillas de lona, ¿lo puede usted imaginar?
Claro que aquel bañador nada tenia de atractivo ni práctico, en tanto que el modelo masculino consistía en pantalón corto fabricado con telas de tapicería, gruesas y pesadas, con el riesgo de que al mojarse la prenda cayera hasta los tobillos.
El traje de una sola pieza apareció hasta los años 20 del siglo pasado, consistiendo en una prenda ceñida, con mangas y falda que llegaba a las rodillas, la cual surgió gracias a los experimentos textiles del danés Carl Jantzen, apellido que luego se convirtió en sinónimo del traje elástico por él diseñado y creado.
La revolución se suscitó en 1930 con el lanzamiento del famoso «dos piezas», bañador sin espalda y tirantes muy delgados. Más tarde, pasada la Segunda Guerra Mundial, en 1946, el ingeniero mecánico francés Louis Réard presentó una novedad absoluta en el mundo: el bikini. Dado que ninguna modelo de la época quiso lucir tan alocada prenda, su diseñador invitó a la desnudista Micheline Bernardini, quien aceptó en el acto. Coincidentemente se hacían en ese año pruebas de explosiones nucleares en el Pacífico sur, particularmente en el archipiélago de las islas Bikini, de manera que, cuando un reportero preguntó a la mujer por el nombre de la nueva prenda, ella se dirigió a quien la había contratado: «Señor Réard, su bañador va a ser más explosivo que la bomba en Bikini». Aquel aprovechó la ingeniosa salida de su improvisada modelo, y decidió presentar su diseño con dicho nombre.
Lo que hay que ver
Aunque no lo parezca, el bañador, bikini o traje de baño puede convertirse en riesgo latente de contraer alguna infección vaginal, debido principalmente a los materiales empleados para su fabricación y a los hábitos de higiene de su portadora. De manera que es muy importante cuidar algunos detalles a la hora de comprar la mejor prenda, pues no solo debe contemplarse el modelo más bonito, sino también el diseño que mejor se ajuste a la anatomía y, sobre todo, que no afecte la salud.
Los materiales que durante más tiempo han estado a la vanguardia en moda de playa son la lycra y el nylon, telas que restringen la circulación de aire y mantienen la humedad en el área vaginal, hecho que cobra importancia si tomamos en cuenta que en esa región femenina habitan, en forma natural, microorganismos (hongos o bacterias) que generan secreciones útiles para mantener frescas y saludables las paredes de la vagina; dichos fluidos son de color blanco, sin olor y no causan molestias.
Sin embargo, la falta de aire y el exceso de agua modifican el entorno de esos gérmenes, propiciando que se generen hongos causantes de molestas infecciones, las cuales se manifiestan con síntomas como comezón, ardor, irritación de la vulva (parte externa de la vagina), dolor al orinar y durante el contacto sexual, así como secreciones de flujo blanco, amarillo o verde, con olor desagradable.
Sea cual sea el material del traje de baño procure seguir las siguientes recomendaciones a la hora de adquirir uno:
Prefiera los que tengan forro de algodón.
No se quite la ropa interior cuando se lo pruebe en la tienda.
Lávelo antes de usarlo por primera vez.
Después de usarlo, báñese.
Procure no mantenerlo mucho tiempo mojado, así que una vez que haya salido de la alberca o mar séquelo con una toalla tratando de absorber la mayor cantidad de agua posible.
Lávelo muy bien al terminar de usarlo, así podrá eliminar bacterias y hongos que hayan quedado adheridos.
Nunca debe prestarlo.
La moda este verano
Los innovadores diseñadores han logrado que la mujer, a partir de su traje de baño, saque su mejor partido, no importando cual sea su constitución física. Así, son ellos quienes indican que mientras más tela tenga el bañador seleccionado más grande se verá; entonces, si usted tiene busto o cadera de gran tamaño, debe evitar taparse completamente, en tanto que si su cuerpo es de talla menor (poco busto y cadera), debe cubrirse un poco más para dar el efecto de mayor cantidad.
Ahora bien, busque siempre un color que contraste con el de su piel, por ejemplo, los tonos azules son más recomendables para pieles blancas; sin embargo, las pieles muy blancas deben evitar los colores fuertes, como azul intenso o negro.