Las alteraciones en la menstruación son motivo común de consulta al ginecólogo, y a pesar de que no son enfermedad en sí, su identificación ayuda al especialista a detectar qué los origina. Se clasifican según la alteración en la duración del ciclo, días de sangrado y cantidad de éste.
Lo que debes saber sobre los trastornos menstruales
De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), aproximadamente 20 millones de mujeres mexicanas sufren alguno de los trastornos de la menstruación, los cuales ocasionan sangrado abundante o escaso, ciclos prolongados, hemorragia de tres meses o más, y cólicos intensos.
“Dichas anomalías se presentan con frecuencia entre los 15 a 45 años y es muy importante regularizarlas; en su mayoría son ocasionadas por factores benignos, pero hay casos en que se asocian con algún tipo de cáncer”, advierte el Dr. César Bonilla Gutiérrez, adscrito al servicio de Ginecología del Hospital General de Zona No. 53, Los Reyes, del IMSS, con sede en el Estado de México.
Ciclo menstrual
La menstruación es definida como proceso femenino normal que, en promedio, se presenta cada 28 días, dura de 3 a 5 días, e inicia en la pubertad y finaliza con la menopausia. Causa sangrado debido al desprendimiento del endometrio, capa sanguínea que se forma al interior del útero y que tiene como objeto permitir la implantación del óvulo fecundado.
“El ciclo menstrual no es enfermedad, sino condición que permite el embarazo; no obstante, en algunas mujeres causa diversos problemas cuando el flujo es excesivo, irregular, escaso y/o va acompañado de fuertes cólicos”, indica el especialista.
Por lo anterior, es muy importante que cada mujer conozca bien su cuerpo y sepa diferenciar entre este proceso y algún trastorno que necesite ser tratado y vigilado por el ginecólogo. “Se considera normal un periodo que aparece entre los 21 y 35 días con hemorragia durante 3 a 7 días”, especifica el Dr. Bonilla Gutiérrez.
Alteraciones
El ginecólogo refiere que aunque no existe clasificación precisa de los trastornos del ciclo menstrual, se puede utilizar la que realizó el médico estadounidense Charles Frederic Fluhmann, misma que fue modificada por el Dr. Alfonso Álvarez Bravo (mexicano), la cual clasifica los problemas en grandes grupos:
1) Ritmo o frecuencia. Incluye las siguientes disfunciones:
Amenorrea. Ausencia de dos o más menstruaciones consecutivas.
Proiomenorrea. Ciclos menores a 21 días o adelanto de más de 7 días en la aparición del sangrado menstrual.
Opsomenorrea.
Cuando el periodo se presenta después de 35 días o con más de 7 días de atraso.
2) Duración. Entre tales trastornos destacan:
Polimenorrea. Sangrado menstrual con duración mayor a 8 días.
Oligomenorrea. Hemorragia menor a 3 días.
3) Cantidad. En este rubro se ubican:
Hipermenorrea. Aumento considerable del flujo habitual.
Hipomenorrea. Disminución marcada en la hemorragia menstrual.
Otro tipo de sangrados anormales son:
Menstruación anovulatoria. Pérdida sanguínea cuya periodicidad, duración y ritmo de eliminación es en todo semejante a la menstruación normal y en la que, sin embargo, la cuidadosa exploración de los ovarios y estudio del endometrio han demostrado la ausencia de ovulación.
Nictomenorrea. Sangrado con predominio nocturno; se ha considerado como síntoma de cáncer endometrial.
Reglas interrumpidas. El tipo más frecuente consiste en menstruación que tras 3 a 5 días cesa durante 24 a 72 horas para reaparecer después, generalmente escasa, durante 1 ó 2 días más. Puede ser consecuencia de lesión inflamatoria.
¡Cuidado!
Las causas más comunes de los trastornos menstruales son enfermedades que ocasionan variaciones en los niveles hormonales, lo que genera retrasos inexplicables o hemorragias demasiado frecuentes, por ejemplo.
Entre ellas se encuentran el síndrome de ovarios poliquísticos (aparición de quistes pequeños en estos órganos), tumores, endome- triosis (crecimiento excesivo del endometrio, que puede extenderse fuera del útero), hiperprolactinemia (elevado índice de la hormona prolactina en sangre, la cual estimula la producción de leche), alteraciones en la glándula tiroides, obesidad, administración de ciertos medicamentos, cambios en la dieta y estrés.
Además, en la actualidad se han vuelto comunes las alteraciones hormonales por mal uso de anticonceptivos y pastillas del día siguiente, lo que repercute en el ciclo menstrual.
“Asimismo, de acuerdo con la experiencia clínica, se ha observado que algunas hemorragias pueden ser secundarias a cáncer de cérvix (cuello uterino), endocérvix (ubicado en el centro del cérvix) y ovarios que, al estimular la producción de hormonas, son los causantes de los trastornos menstruales”, acota el Dr. Bonilla Gutiérrez.
El especialista agrega que si bien la hemorragia que se presenta con menor frecuencia es en la posmenopausia, en tales casos se debe prestar particular atención.
ya que se debe descartar la presencia de cáncer endometrial.
¿Qué hacer?
Al respecto, el médico recomienda que si aparece alguna de las alteraciones descritas, debe acudirse de inmediato al ginecólogo para tratar el padecimiento en forma oportuna, pues de lo contrario la enfermedad puede avanzar y con ello reducir las posibilidades de sobrevida.
“El manejo de la paciente inicia con el abordaje diagnóstico para conocer las causas de la hemorragia, se realiza historia clínica detallada con antecedentes personales de padecimientos y ginecobstétricos, así como exploración física. Esta última incluye Papanicolau o citología vaginal y colposcopía, las cuales ayudan a comprobar si el sangrado es de origen cervical o no” puntualiza el Dr. Bonilla Gutiérrez.
Una vez que se obtienen los resultados de dichos estudios, el especialista indica tratamiento personalizado, el cual permite reducir las molestias físicas a fin de que la mujer pueda desempeñar sus actividades cotidianas, y restablecer su salud. Tenga presente que las alteraciones menstruales se pueden solucionar en forma satisfactoria si se tratan a tiempo. Para ello, los diversos institutos médicos en México, tanto públicos como privados, ofrecen servicios especializados, los cuales son cruciales para reducir riesgos y elevar su calidad de vida.
