Giménez Cacho encabeza protesta en Morelia por el caso Ayotzinapa

El actor Daniel Giménez Cacho convocó la noche del miércoles a la comunidad cinematográfica que se reúne en el Festival Internacional de Cine de Morelia para hacer eco de la marcha: Una luz para Ayotzinapa frente al teatro Rubén Romero, en donde encendieron 43 veladoras en un acto simbólico para recordarle al gobierno “que tiene que traernos con vida a los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa”, dijo Giménez Cacho.
En punto de las 20:00 horas se dieron cita histriones como Daniel Giménez Cacho, Tenoch Huerta, Sofía Espinoza, Verónica Langer, Ilse Salas y Harold Torres, para unirse a las protestas por los desaparecidos desde el pasado 26 de septiembre en Iguala, Guerrero.
“País mío, nuestro, de todos y de nadie/ Adoro tu miseria de templo demolido/ y la montaña de templo que te mata./Veo correr noches, morir los días, agonizar las tardes./ Morirse todo de terror y de angustia/ Porque ha vuelto a correr la sangre de los buenos…”, recitó la actriz Verónica Langer, un fragmento del poema ¡Mi país, oh, mi país!, de Efraín Huerta. “Este poema lo escribió Efraín Huerta, nos hace pensar cómo por décadas venimos arrastrando este problema”, agregó Giménez Cacho.
Posteriormente, el grupo de actores dio lectura al manifiesto enviado por los normalistas, el cual se leyó en distintos puntos del país.
por grupos universitarios que demandan a las autoridades justicia en el caso de los estudiantes, así como el manifiesto de la campaña El Grito Más Fuerte.

“Vivimos la consecuencia de un problema de degradación. Degradación de un problema político, la penetración del crimen autorizado en las autoridades. En Iguala es muy lamentable ver cómo la agenda criminal coincide con la agenda política”, señaló Giménez Cacho ante los medios.

Finalmente, Huerta también dio un breve discurso en el que lamentó la situación política y social del país: “México se está convirtiendo en Saturno, que está devorando a sus hijos. La Ley natural de la vida dice que trascendemos a través de los genes, de nuestros hijos, que nuestra sangre se perpetúa. El derecho a la vida es el más sagrado de todos. Esos estudiantes pensaron diferente, lucharon por algo, no importa qué. No tenían derecho a arrancarles la vida. No tenían derecho a desmembrar familias. No tenían derecho a desmembrar este país. Vivimos en un error”.