Lavado de cerebro

Si usted un día se entera que en un poblado de Guerrero, allá en Ayotzinapa, Iguala; hay tiroteos, muertos y desaparecidos, no haga mucho caso.
De igual forma, si por ahí usted sabe que en el curso de las investigaciones sobre qué fue lo que ocurrió aquel 26 de septiembre con normalistas de Ayotzinapa; se descubren fosas clandestinas con cuerpos enterrados, no tome mucha atención.
Si le dicen a usted que las autoridades que deben cuidarle, más bien están coludidas con el crimen, no atienda nada de esas declaraciones.
Si a usted le comentan que la violencia en nuestro país no ha dejado de estar seriamente ligada al crimen organizado; no crea mucho de lo que le dicen.
Total, lo que usted debe advertir; es que darle rienda suelta a los reclamos por seguridad y por respuestas fidedignas ante hechos oprobiosos en los que estén relacionados la justicia y los gobernantes; no le hacen bien al país. Más cuando tanto camino entre algunos críticos había logrado.
Manifestarse de manera multitudinaria por exigir respuestas y sobre todo el que regresen con vida los estudiantes normalistas de Ayotzinapa que fueron privados de sus libertad el 26 de septiembre, sin razón aparente, más que la que ahora se nos dice; una línea directa del crimen organizado: No es un acto aislado de la realidad del país.
¡Cuidado! El discurso peñista y de los hombres de organizaciones financieras de corte gubernamental, es que manifestarse envía una percepción negativa a los inversionistas.
Expresarse abiertamente ante la ingobernabilidad que se vive no sólo en Guerrero sino en distintas ciudades del país, no es lo que asusta a los inversionistas; sino la violenta realidad del escenario nacional.
¡Qué nadie avance en su intentona de la lavado de cerebro al pueblo de México! No somos nosotros los delincuentes, los maleantes están en otro nivel.
Sería vergonzante que no nos uniéramos a la causa y el reclamo pacífico, pero insistente de que se dé una explicación pronta y expedita como dicta la justicia, sobre los alumnos sorprendidos a finales de septiembre del año en curso, allá en Ayotzinapa.
Acta Divina… El secretario de Hacienda, Luis Videgaray, admitió que hechos violentos como los ocurridos en Iguala, Guerrero pueden afectar la imagen del país ante inversionistas extranjeros, lo cual podría tener repercusiones económicas para México
Para advertir…Preocupados por la imagen y no por el bienestar.