Ayotzinapa el verdadero emblema nacional

El tan publicitado mexican moment que en honor a la verdad mucho se comentó y poco se vio, Ayotzinapa y otras banderas sociales poco a poco lo van dejando en el olvido.
Desde el extranjero ya son muchas las voces que se muestran sorprendidas ante el horror que el crimen organizado puede desatar en nuestro país y cómo sobre todo, el gobierno en turno, de alguna manera lo solapa.
Es cierto también que desde el ámbito doméstico las cosas también están en un punto en donde se cuestiona cuál es el verdadero quehacer del la administración peñista.
Si hace unos meses el Gobierno de la República y algunos de sus integrantes fueron reconocidos por su quehacer político y económico, hoy, ese mismo equipo es cuestionado por la inmundicia en la que vive toda la sociedad mexicana.
Las críticas desde fuera y dentro del país, no cesan y Ayotzinapa a pasado a ser la verdadera bandera de unidad de muchos de nosotros, aquí y en otros confines.
Casi todos los mexicanos sabemos de la desaparición de 43 estudiantes en algún poblado del estado de Guerrero, aún sin que se tengan más detalles de qué lo detonó, ni siquiera de que el mismo día de que los estudiantes normalistas fueron vistos por última vez, la policía local de Ayotzinapa fue quien los detuvo a más, de que también se presentó un tiroteo en el que murieron seis personas y otras más resultaron heridas.
Ayotzinapa pues, es el verdadero emblema nacional.
Las reformas estructurales de Peña Nieto, mucho tendrán que recorrer en la realidad más allá de la letra en la Constitución mexicana para lograr luchar contra el horror que siembran en todo el territorio nacional, criminales insertos en todos los ámbitos y niveles de la sociedad nacional.
Que se olviden de que el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México será el emblema nacional, mientras Ayotzinapa se encuentre en el colectivo nacional y extranjero.
Acta Divina… El procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, señala que la verdadera líder del crimen allá en Ayotzinapa, Iguala, Guerrero, es la esposa del alcalde fugado con ella: María de los Ángeles Pineda.
Para advertir… Igual se incendia.