Sin solución a la vista, dado el empeño del secretario de Cultura, Xavier Torres Arpi, el centro Cultural que alberga la casa natal del insurgente Mariano Jiménez, en Cinco de Mayo se mantiene en poder de diversos colectivos culturales, en reclamo de información precisa en torno de un proyecto de esa dependencia, tendiente a transformar su vocación cultural, sostenida a lo largo de los últimos 24 años.
Este lunes, se realizará un tercer encuentro de los artistas e intelectuales potosinos con las autoridades de la Secretaría de Cultura, a fin de que estos últimos presenten el proyecto de conversión del Centro Cultural Mariano Jiménez en “Centro Cultural de Artes, Nuevas Tecnologías e Información”, indicó el poeta José Ignacio Betancourt Robles.
Hasta ahora, en las dos reuniones sostenidas en Palacio de Gobierno, el secretario de Cultura, Xavier Torres Arpi, ha sido omiso en la presentación del proyecto, los estudios de viabilidad y los sustentos jurídico-administrativos del mismo, con el objeto de garantizar que este espacio al que concurren no sólo los artistas, sino los ciudadanos de San Luis Potosí y quienes vienen a visitar la capital del estado, no va a llenarse con computadoras, escritorios y aparatejos de espionaje.
Se sabe, denunció, que atrás de esto hay “mar de fondo”, ya que se ha solicitado una fuerte inversión para la adquisición, montaje, operación y mantenimiento de infraestructura tecnológica, operada por un particular de nombre Sinhué Rodríguez Gutiérrez, estrechamente relacionado con el director de Organismos Culturales de la SECULT, Mauricio Gómez Aranda, quienes le han vendido un proyecto llamado “biblioteca digital” que, a partir del Centro Cultural Mariano Jiménez, se extenderá a la totalidad de los espacios culturales administrados por el Poder Ejecutivo.
Por esta razón y, porque se conoce que la SECULT ha venido operando como una “ caja chica” del Ejecutivo, se ha solicitado a los diputados locales para que convoquen al gobernador Toranzo a una comparecencia, para que explique los usos y destinos que se han dado a los recursos públicos etiquetados en el rubro cultural.