Mueren 27 yihadistas en choques en Sinyar

Al menos 27 combatientes del grupo Estado Islámico (EI) murieron en enfrentamientos anoche con las llamadas Fuerzas de Protección de Sinyar en torno a dos santuarios en el norte de Irak, informó hoy a Efe un responsable de este último grupo armado.
Las Fuerzas de Protección de Sinyar lograron recuperar el control de dos zonas de la provincia de Nínive en las que se emplazan los santuarios de Sharaf el Din y Amadin, muy importantes para la minoría yazidí.
Un dirigente de este grupo, Luqman al Jansuri, reveló que cuatro de sus hombres también fallecieron en estos choques y tres resultaron heridos de gravedad.
Los combates estallaron después de que estas áreas, dos kilómetros al oeste del monte Sinyar, cayeran en manos del EI durante unas horas en la jornada de ayer.
Al Jansuri explicó que los enfrentamientos duraron más de tres horas y fueron liderados por la tribu de Al Hababa, una de las más importantes de Sinyar.
Antes de retirarse del santuario de Amadin, los yihadistas detonaron explosivos en el sitio y destruyeron la cúpula.
Sharaf el Din y Amadin son considerados lugares sagrados por los yazidíes, de etnia kurda y cuya religión se basa en el zoroastrismo, que los visitan por miles cada año.
Hace tres días, otros diez yihadistas del EI perecieron y cinco miembros de las fuerzas kurdas resultaron heridos en enfrentamientos también en el oeste del monte Sinyar.
Los extremistas lanzaron en esa ocasión un ataque a una posición defendida por las Fuerzas de Protección de Sinyar y Unidades de Protección del Pueblo kurdo, que se prolongó durante seis horas.
El monte Sinyar fue refugio el pasado agosto de miles de personas de la minoría kurda yazidí que huían de los yihadistas que tomaron la ciudad del mismo nombre, lo que les obligó a escapar de sus hogares por miedo a ser asesinados.
Más de 500 mil yazidíes y miembros de otras religiones minoritarias han huido del norte de Irak desde junio pasado y otros cientos han sido asesinados, según datos de la ONU.
En ese mes, los extremistas lanzaron una ofensiva relámpago en Nínive y se hicieron con el control de su capital, Mosul, la segunda ciudad del país.
A lo largo del verano los yihadistas extendieron su dominio a importantes zonas del norte de Irak, al tiempo que proclamaron un califato en este país y en la vecina Siria.