Autoridades portuarias y de salud del gobierno de Quintana Roo frenaron el arribo de un crucero de la naviera Carnival Magic en la isla de Cozumel, con más de 5 mil pasajeros y tripulantes, debido a que a bordo hay una persona en cuarentena que estuvo en contacto con muestras de un paciente que murió el 8 de octubre en Texas por el virus del ébola.
El Departamento de Estado de Estados Unidosconfirmó que una persona que hizo análisis de orina de liberiano Thomas Eric Duncan, quien falleció en el Hospital Presbiteriano de Dallas, Texas, se encontraba en el crucero, pero aclaró que no presentaba ningún síntoma de la enfermedad. Las autoridades de Belice también habían negado previamente el permiso al barco para atracar en sus puertos.
La compañía naviera confirmó el caso, dijo que la persona, una mujer, estaba aislada, voluntariamente, en su camarote y que no presentaba riesgo alguno para los 4 mil 177 pasajeros y mil 300 tripulantes, y que el crucero regresaba a Galveston, Texas.
La ministra hondureña de Salud, Yolani Batres, afirmó que la mujer y su acompañante fueron repatriados a EU vía aérea desde la isla de Roatán y que ya estaban en Dallas, pero autoridades estadounidenses dijeron que ambos seguían en el crucero, que se prevé llegará a Galveston el domingo.
El crucero debió atracar en el muelle de Puerta Maya de Cozumel a las 10:00 horas del viernes, pero personal de la Capitanía de Puerto y la Secretaría de Salud tomaron la determinación de impedir el arribo.
En entrevista con un Diario de circulación nacional, el alcalde de Cozumel, Freddy Marrufo, explicó que al ser notificados de un caso no confirmado de ébola a bordo del crucero, se informó a la naviera que no podría atracar en la isla, como medida preventiva. “Se estableció contacto con la naviera para notificarles. Sabemos que el crucero continuará su curso y que las autoridades de sanidad internacional, siguiendo los protocolos debidos, identificarán si se trata de un caso positivo o negativo”, dijo.
El director de la Administración Portuaria Integral de Quintana Roo, Ercé Barrón Barrera, explicó que antes de entrar a puerto se revisan, junto con los capitanes, tres criterios: migración, aduana y sanidad internacional; el capitán del Carnival Magic mencionó que una persona voluntariamente se sometió a cuarentena.
Mientras, el vocero del gobierno de Quintana Roo, Rangel Rosado Ruiz, precisó que se ordenó el retorno de la embarcación y aplicar los códigos sanitarios internacionales.
Destacó que la mujer no ha presentado sintomatología en más de 15 días, pero se tomó la decisión de no dejarlo atracar de común acuerdo con autoridades de sanidad internacional, salud estatal y federal.
Agregó que el gobierno estatal siempre estuvo en contacto con autoridades sanitarias internacionales y directivos del Carnival, quienes agradecieron la colaboración y disposición gubernamental. “En ningún momento la población de Cozumel o Quintana Roo estuvo en riesgo, porque el barco siguió su trayectoria”, aclaró.
En un comunicado, Carnival afirmó que “la trabajadora de la salud de Texas sigue sin mostrar síntomas de la enfermedad y no supone ningún riesgo para las personas o la tripulación”.
La pasajera, que no fue identificada, trabaja como técnico de laboratorio en el Hospital Presbiteriano de Dallas, según el Departamento de Estado de Estados Unidos. Dos enfermeras más que atendieron a Thomas se contagiaron y están aisladas y en tratamiento.
Carnival indicó que las autoridades de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EU les informaron el 15 de octubre de la presencia de la trabajadora, de “bajo riesgo”.
La vocera del Departamento de Estado, Jean Psaki, comunicó que la persona aislada en el crucero “se encontraba fuera del país antes de ser notificada de los requisitos actualizados de los CDC para la vigilancia activa”.
La empresa lamentó la situación que, explicó, escapaba a su control y ofreció una compensación de 200 dólares a cada pasajero del barco, así como un descuento de 50% en un futuro viaje. Con información de agencias