Cruz Roja alemana, con 117 voluntarios para combatir Ébola

Un total de 117 voluntarios han pasado la prueba de idoneidad para poder viajar con la Cruz Roja alemana (DRK) a África occidental con el fin de luchar contra el Ébola.

De las cerca de mil 600 solicitudes de información y 350 candidaturas concretas, 117 personas, entre las que figuran 43 médicos, cumplen las características necesarias para poder sumarse a la misión de ayuda, según datos de la DRK que publica hoy el dominicalWelt am Sonntag.

En tanto, el ministro de Sanidad alemán, el cristianodemócrata Hermann Gröhe, apeló a la población a responder a la llamada de la DRK, que busca desde finales de septiembre médicos, enfermeras y cuidadores para un hospital móvil y un punto de asistencia sanitaria básica en la zona de crisis.

«Ahora se trata de conseguir más voluntarios médicos y de formarlos, para que la ayuda llegue lo antes posible», subrayó.

Por su parte, el titular de Asuntos Exteriores alemán, el socialdemócrata Frank-Walter Steinmeier, reconoció en declaraciones al dominical Bild am Sonntag que «todos hemos subestimado las consecuencias catastróficas del ébola».

Según el ministro, que advirtió de que «Europa puede y debe hacer más», «ahora comienza la carrera contrarreloj».

«Lograremos combatir la epidemia y debemos actuar ahora de forma decidida y uniendo nuestros esfuerzos», subrayó.

En tanto, Gröhe aseguró que Alemania no tiene motivos para alarmarse, pues el país cuenta con «centros perfectamente equipados» y especializaos en el tratamiento de enfermedades altamente contagiosas.

En declaraciones al Rheinische Post de ayer, el ministro señaló que los protocolos de urgencia para el tratamiento de personas contagiadas con el virus se ensayan con regularidad.

Alemania ya ha recibido a tres pacientes infectados con el virus del ébola, de los cuales dos continúan ingresados, uno en Fráncfort (oeste), y otro en Leipzig (este).

Un portavoz de la clínica St. Georg de Leipzig, donde uno de los pacientes se encuentra ingresado desde el pasado jueves, informó ayer de que por el momento no dará más detalles sobre el estado de su paciente por expreso deseo del enfermo.

A su llegada al hospital procedente de Liberia, los médicos habían calificado el estado del paciente, un militar al servicio de Naciones Unidas, de 56 años y origen sudanés, de «muy crítico, aunque estable».

Desde el pasado 3 de octubre un médico ugandés que trabajaba en Sierra Leona para una organización no gubernamental está aislado en la Clínica Universitaria de Fráncfort.

El primer paciente que llegó a Alemania fue un trabajador senegalés de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que se contagió en un laboratorio de Sierra Leona.

Éste fue tratado en la clínica universitaria de Eppendorf, en Hamburgo (norte), que el pasado fin de semana informó de que se le había dado el alta tras cinco semanas de tratamiento exitoso.