Enfermo de ébola en EU recibe diálisis; sigue grave

La condición de Thomas Eric Duncan, primer paciente diagnosticado con la enfermedad en EU, fue empeorando durante el fin de semana por lo que también fue conectado a un respirador artificial; su estado es crítico
Thomas Eric Duncan, el primer paciente diagnosticado con ébola en Estados Unidos, ha sido conectado a un respirador artificial y está recibiendo diálisis, informó hoy el Hospital Texas Health Presbyterian de Dallas.
La función hepática del paciente fue disminuyendo a lo largo del fin de semana, indicó el hospital en un comunicado, aunque ha mejorado desde entonces.
Sin embargo, el estado de salud de Duncan continúa bajo «condición critica» , aclaró el nosocomio, donde se encuentra internado Duncan desde el 28 de septiembre pasado.
Duncan, un ciudadano liberiano que llegó a Dallas a visitar familiares el pasado 20 de septiembre y comenzó a desarrollar síntomas de la enfermedad cuatro días después, era considerado en días anteriores bajo condición seria pero estable.
De acuerdo con las autoridades de salud, actualmente no hay ninguna vacuna o tratamiento específico para los pacientes que se infectan con el virus del Ébola, sin embargo, el hospital informó este lunes que comenzó a suministrarle a Duncan un medicamento experimental. El nosocomio informó que el paciente está recibiendo tratamiento con «brincidofovir, un medicamento antiviral oral que está en fase experimental y está siendo probado para combatir los virus más comunes, incluyendo uno que infecta a los pacientes sometidos a transplantes de médula ósea.
Las autoridades de salud del condado de Dallas, auxiliadas por especialistas del estado y del gobierno federal, monitorean a 10 personas que tuvieron contacto con Duncan y a otras 38 más que estuvieron en contacto con este grupo para ver si alguien ha desarrollado signos de infección.
Sin embargo, hasta ahora ninguna persona ha mostrado ningún síntoma.
De acuerdo con los funcionarios de salud, esta semana sería crítica para determinar si alguna de las personas expuestas en Dallas desarrollan signos del virus, que desde marzo pasado ha provocado la muerte de unas tres mil 500 personas en el oeste de África, donde se han confirmado más de siete mil 500 casos de la enfermedad.