El enésimo tropiezo del Virrey Videgaray con sus propias declaraciones acerca de la fortaleza monetaria de México gracias a «las reformas estructurales», ahora sale a la palestra con la vieja receta del «catarrito» a la Carstens.
¡No cunda el pánico! Después de la declaración del Virrey lo que va a cundir es el terror entre los que poseen dólares. Y es que él dice ahora que México está preparado para hacerle frente a la volatilidad financiera… que la depreciación «de la última semana» se debe a que los yanquis subieron las tasas de interés.
Se viene un saqueo de divisas, ante declaraciones tan ignorantes y lenguaraces.
Porque no, no es cierto. No se trata de «volatilidad financiera». Lo de México sí es un problema estructural. Estamos demasiado endeudados, usamos la deuda para el gasto corriente (y a lo mejor para algo más sencillo) y no podemos –aunque mande al INEGI a decirlo– aumentar la productividad?.
Los capitales que se esperaban al sólo mencionar las palabras «reforma energética » ¡no llegaron! Lo que si llegó es una pavorosa inflación provocada en las zonas petroleras, sólo por la expectativa de inversión.
La respuesta del Virrey, se enmarca dentro de las prisas de la PGR por criminalizar a los mismos militares que hace días exoneró; de las de Osorio por subirse al templete de los manifestantes politécnicos… ¡a leer su pliego petitorio! –él, que tanto atacó a la UAEH y la sigue atacando–, y a los del irresponsable Ángel Aguirre por echar toda la culpa al alcalde de Iguala.
¡Son patadas de ahogados! Gritos de desesperados por salvar su vida muelle llena de lujos. Decisiones surgidas de «crudas morales» de parálisis del Estado. Raquetear la bolita para echársela al vecino. ¡Juegos de cínicos!
Nadie se llame a sorprendido por los nuevos peligros que se avecinan. A la espada y la pluma de las viejas guerras, ahora se suma la lengua desbocada. ¿Qué empresa seria va a confiar en este equipo?
HAY QUE AMPUTAR A LA SSA
La Secretaría de Salud del “gobierno” federal absorbe el segundo presupuesto mayor de la burocracia. Es decir, cuenta con una nómina dorada marca llorarás en la que, a juzgar por sus alcances en comisiones de la industria, no se oculta el sol.
A pesar de ello, alberga gigantescas estructuras que no sirven ni de lejos al objetivo para el que fueron creadas. Como muestra, la Comisión Federal? para la Prevención de los Riesgos Sanitarios, todo un ejemplo de «jugo$o elefante blanco».
La Cofepris se dedica, desde que fue creada, al negocio del monitoreo, es decir, a checar si lo que los laboratorios anuncian en los medios masivos corresponde a las características del producto… y si no, a ayudarles a enderezar$e, previo acuerdo.
Es un fraude –¿o como quieren que le llamemos?– redondo. Por ello, quienes son nombrados al frente del organismo, son burócratas consentidos del régimen en turno, miembros preclaros de dinastías que han sangrado a la industria y a los dobles apellidos.
¿Por qué, en vez de monitorear capsulitas, no se dedican en serio? –si quieren, con el pretexto de aprovechar el regreso del zedillismo al poder– a investigar las industrias de cirugías? Es sabido que todos los grandes hospitales obligan a sus empleados médicos a cubrir una cuota obligatoria de pacientes que –necesítenlo o no– deban operarse, de la dolencia que sea, aunque se pueda curar con mentholatum.
La población se los agradecería. Porque ya está hasta la coronilla de andar pagando burócratas que cobran su jugoso sueldo para la «casa chica» y disfrutan a placer las enormes comisiones industriales que reciben. De una vez hay que cortar por lo sano, ¿no?
Es una cirugía que sí es necesaria.
AL INE LO RETRATA SU SPOT
Un spot, repartido con gran reiteración por el equipo del «doctor» Córdova Vianello (el hijo de Arnaldo, pues) titular del presupuestívoro INE, y difundido con una a$iduidad digna de mejor causa, está saturando los tímpanos del respetable.
A propósito de recalcar el linaje democrático de la institución y de insistir en que es una celosa vigilante de la voluntad popular –por si alguien atacara el reparto de cuotas para los partidos, en especial al PRI en los organismos electorales locales– el INE ?reclama el prestigio y la credibilidad.
Sin embargo, en una parte del monólogo que es una tarabilla en la voz de un locutorcito esquizofrénico, se incluye que, para mejor salvaguardar los derechos de los mexicanos, «el INE amplea (así, como se oye) sus facultades…» (¡sic!).
Ahora falta que el hijo de Arnaldo vuelva a pedir una ampliación presupuestal ¡para difundir gazapos!
¿En qué se emplea nuestro dinero? ¿Para «amplear” facultades?
Si esos problemas tienen con el idioma, no es porque aleguen haberse «formado? en Italia», sino porque a lo mejor… ¡no van a poder con nada!
¿QUIÉN MODERA LA OPULENCIA?
Pésima elección, en Los Pinos, al mandar como representante a la ceremonia conmemorativa del natalicio de don José María Morelos, en Ecatepec –lugar donde fue fusilado “El Siervo de la Nación «– al titular de la SCT, Gerardo Ruiz Esparza.
Se trataba de evocar, con la mayor solemnidad, el recuerdo del hombre que dejó para siempre la necesidad de «moderar la opulencia y la indigencia», frase que retrata, pero al revés, los afanes del nuevo capitán de negocios de EPN.
No se trata, de ninguna manera, de ir a festejar los nuevos rumbos que ha tomado la República del Anáhuac.
Porque Ruiz Esparza es el nuevo Rey Midas de la Administración. El encargado de hacer más ricos a los ricos, a través de las concesiones radioeléctricas y de los negocios de infraestructura a gran escala, entre otras cosas. De Morelos, don Gerardo ha de conocer, cuando mucho, el nombre de la calle en Toluca.
Cómo decía Azorín, recordemos que la forma es fondo.
Índice Flamígero: ?Una encuesta imparcial, levantada por un organismo de investigación y sondeo de la Cámara de Diputados en el que participan todos los colores, es la que reveló, después de miles de entrevistas en hogares, que uno de cada dos mexicanos, en todas las ciudades del país, ha sido amenazado, previo cobro de derecho a respirar, a domicilio. Y que muchos de ellos han sido desplazados de su zona de residencia a otro lugar, dentro o fuera del país. El miedo paraliza, desmineraliza, roba nutrientes, quita el sueño, el hambre y provoca envejecer. Y el 43% opinó que la delincuencia, en todas sus modalidades, ha crecido durante el actual desmadre administrativo. En la ciudad de México y en las principales zonas conurbadas, ha prendido la queja: «Amo a mí país. Es el gobierno el que me preocupa». ¿Cómo la ve?