Cohetes en honor a Cruz Roja incendian sombrillas de plástico en Plaza de Armas

La celebración con fuegos de artificio por la que se reconocieron a la Cruz Roja Mexicana y los servicios humanitarios prestados a la comunidad de San Luis Potosí a lo largo de su historia, devino en un incidente que, aunque no pasó a mayores y no es atribuible a la benemérita institución, representó un riego para las personas que presenciaron el espectáculo en la Plaza de Armas, la tarde del miércoles.

Y es que, luego de que el nombre de la institución quedara registrado con letras de oro en el muro de honor del Congreso del Estado, se lanzaron cohetes al espacio desde la vieja y señorial casona de la familia de la virreina potosina, doña Francisca de la Gándara y Cardona.

Un mal cálculo, acusado por la dirección del viento, desvió la trayectoria de los fuegos de artificio colocados en la techumbre de aquella casa que perteneciera al alférez de la Gándara, tío paterno de doña Francisca, quien desposara con el virrey Félix María Calleja del Rey.

Al menos uno de los cohetes alcanzó el material flamable del cubresol en la entrada lateral del inmueble que hoy funciona como restaurante – cafetería, provocando un pequeño incendio ante el asombro de los presentes, sin que el material inflamado cayera, para fortuna, sobre alguno de ellos.

Quedó, como evidencia un enorme agujero que, al día de ayer, no había sido subsanado.

Pocos días antes de registrarse este incidente, y al descubrirse la colocación de estos cubresoles comerciales se preguntó a las autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia sobre si tales aditamentos fueron expresamente autorizados por el organismo federal, en función del decreto de zona monumental de diciembre de 1999 y del decreto de Patrimonio Histórico de la UNESCO, inscrito en el denominado Camino Real, sin que al momento se haya obtenido respuesta alguna.

Al respecto, tampoco se han pronunciado las autoridades de Protección Civil municipal y Estatal, ni se ha instruido medida alguna para, al menos retirar de los cubresoles comerciales instalados el material flamable que ha quedado en evidencia.