Cura de EU a juicio por pederastia en Honduras

Un sacerdote católico del estado de Pennsylvania fue acusado el jueves 25 de septiembre de participar en conductas sexuales ilegales y de posesión de pornografía infantil tras una investigación del Buró de Investigaciones sobre Seguridad Nacional (HSI) de la Agencia de Inmigración y Aduanas (ICE) en Pittsburgh.

Joseph D. Maurizio, Jr., sacerdote de 69 años de edad de la diócesis Altoona-Johnstown fue acusado penalmente de participar en actividades sexuales ilegales en América Central, y de poseer pornografía infantil dentro de la casa parroquial de la iglesia Nuestra Señora Reina de los Ángeles. Maurizio se presentó ante una corte federal el 25 de septiembre y se le mantuvo detenido hasta su comparecencia el lunes.

De acuerdo a la querella, se presume que cada año entre 1999 y 2009, Maurizio viajó de su estado a Honduras para apoyar a una organización sin fines de lucro que ofrece servicios a menores de edad. Cada viaje tuvo una duración de dos a tres semanas.

La investigación de la oficina de HSI en Pittsburgh, que comenzó en febrero, reveló que durante el tiempo en que Maurizio estaba en Honduras, él participaba en diversas y numerosas actividades sexuales ilegales con menores de edad. Sin embargo, después de que ocurriera la actividad de que se le acusa en marzo de 2009, Maurizio no volvió a viajar al extranjero sino hasta julio de 2011. Desde julio de 2011 hasta el presente, los registros de viaje internacional indican que Maurizio ha realizado aproximadamente diez viajes a varios países de Centroamérica.

El juez Keith Presto ordenó la detención del cura Joseph Maurizio Jr., de 69 años, después que las evidencias presentadas por la fiscalía contrastaron notoriamente con las declaraciones de los testigos que el lunes describieron al acusado como una persona «sacerdotal, de fe y compromiso con el prójimo».

«Lo que están describiendo es al doctor Jekyll y Mr. Hyde», dijo el juez, aludiendo a las dos caras del personaje de ficción y dijo que no podía dejar que «Jekyll quedase en libertad y detener a Mr. Hyde».

Maurizio está preso desde que agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas lo arrestaron el jueves. Una denuncia penal sostiene que Maurizio entregaba a niños varones dinero y golosinas para abusar de ellos, incluso efectuar un acto sexual con un niño de 14 años en una capilla, o para observar que los niños mantuvieran relaciones sexuales entre ellos.

Según las denuncias los hechos se sucedieron durante viajes misioneros a Honduras con su propia organización de caridad en 2009 y años anteriores. Maurizio está en licencia de la iglesia del contado de Somerset donde realizó tareas pastorales.

La fiscal adjunta Stephanie Haines dijo al juez que las autoridades encontraron «imágenes eróticas de menores» , que podrían llegar a ser pornografía infantil, en la cámara del acusado cuando regresó de otro país centroamericano en julio. Agentes federales están revisando las 18 mil imágenes.

Para mantener a Maurizio en la cárcel, Haines tuvo que convencer al juez que el acusado planteaba una posible amenaza de huir del país o que era peligrosa. Afirmó que dos niños de Pennsylvania, de siete y cinco años, formularon denuncias de abusos durante el fin de semana después de enterarse de su arresto. Estas denuncias son investigadas.

El abogado defensor Stephen Passarello sostuvo que el caso del gobierno es débil ya que se basa en dos fotografías y denuncias de abusos de hace por lo menos cinco años. Citó a un matrimonio, los doctores Vincent y Johanna Vena, antiguos parroquianos que acompañaron a Maurizio en viajes misioneros.

El sacerdote es «un individuo absolutamente comprometido a ayudar a algunas de las personas más desesperadas en el mundo y he tenido la oportunidad de comprobarlo personalmente» , afirmó el doctor Vincent Vena.

Fuera del tribunal, el abogado sostuvo que una organización caritativa rival, Pronino USA, y «ateos» holandeses montaron una trampa al sobornar a niños pobres hondureños para que acusaran al sacerdote. Pronino USA no respondió inmediatamente los llamados y correos electrónicos que se le enviaron en procura de declaraciones sobre dichas afirmaciones.