Declaran beato a Alvaro del Portillo

El prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos, el cardenal Angelo Amato, declaró hoy aquí al prelado del Opus Dei, Alvaro del Portillo y Díez de Sollano, beato cuya festividad se puede celebrar cada año el 12 de mayo.
En una ceremonia realizada en terrenos de la localidad madrileña de Valdebebas, este de la capital española, se recordó la vida y obra de Portillo (Madrid 1914-Roma 1994) , y posteriormente Amato leyó en latín fórmula que confirma la beatificación.
De forma previa, en la ceremonia se leyó una carta del Papa Francisco dirigida al prelado del Opus Dei, Javier Echevarría, en la que el pontífice también resaltó rasgos que conformaron la obra del religioso.
Al momento de descubrirse la imagen de Portillo delante del altar, el niño chileno José Ignacio Ureta Wilson, cuya sanación cuando estaba al borde la muerte se atribuye al beato, llevó las reliquias a Amato y Echeverría para la continuación de la ceremonia.
La participación de la familia Ureta se debió al ser los protagonistas del milagro que investigó la Congregación para las Causas de los Santos del Vaticano, a partir de la curación del menor cuando estaba recién nacido en 2003.
José Ignacio Ureta nació el 10 de julio de 2003 con onfalocele, una hernia umbilical que afectaba el hígado, de la que fue operado días después pero posteriormente le generó complicaciones en otras partes del cuerpo que le llevó a una insuficiencia cardiaca el 2 de agosto.
La abuela y la madre del recién nacido se habían encomendado a Álvaro del Portillo, y pidieron a otras personas rezarle para la sanación del menor, y tras media hora de parada cardiorrespiratoria le colocó la estampa del religioso en la cuna.
José Ignacio no murió y poco a poco fue reportando una mejoría hasta quedar completamente sano, por lo que la Iglesia católica en Chile inició el proceso de beatificación en 2008 que fue validada en 2010 por la Congregación de las Causas de los Santos del Vaticano.