Angélica María, La Novia de México, cumple 70 años de vida

Desde niña he tenido una pasión sin límite por la actuación y me siento muy afortunada de haber crecido dentro de la época de oro del cine mexicano, siempre he dicho que nací para actuar porque el cine es mi pasión”, expresó Angélica María en la más reciente edición del Festival Internacional de Cine de Guanajuato que se efectuó en el mes de julio y en donde recibió el Premio Cruz de Plata a su trayectoria.
La actriz, también conocida como La Novia de México, celebró este sábado 70 años de vida, a la espera de regresar a la pantalla grande después de más de una década de su último trabajo (La novia del mar, 2003).
Nacida en Nueva Orleáns, Louisiana, el 27 de septiembre de 1944, mientras su mamá Angélica Ortiz acompañaba a su marido, el acordeonista Arnold Frederick Hartman, en una gira por Estados Unidos, Angélica María es quizás la única estrella del cine mexicano que ha logrado realizar con éxito la difícil transición de actriz infantil a estrella del cine.
Desde muy temprana edad tuvo fijación por la actuación. Yolanda, hermana de su mamá, quien ya tenía un tiempo trabajando en el cine, llevó a su sobrina a una fiesta en donde se encontraron con el famoso productor Gregorio Wallerstein, quien les comentó que estaba buscando a un niño para su próxima película. Angélica María se levantó el cabello y pidió:
“¡Córtame el pelo y yo soy ese niño!”, tanta gracia le causó al productor que le pidió a la tía Yoli que la llevara a la audición de la película, que ella ganó, quedándose con el papel. La película se llamó Pecado, bajo la dirección de Luis César Amadori, lo que se convirtió en el inicio de una carrera sólida, a la que siguieron proyectos como Una mujer decente, La hija de la otra, Los amantes, Fierecilla, Sígueme corazón y Mi esposa y la otra, película por la cual se hizo acreedora a un Ariel, a Mejor Actuación Infantil, cuando sólo contaba con seis años de edad. También en 1951, realizó su primera fotonovela: Rayito de sol.
Acompañó a Pedro Infante en Los gavilanes (1954) y a Miroslava en Dos caras tiene el destino (1951), en la que cantó por primera vez. A los diez años de edad su filmografía incluía 14 películas, incluidas La ausente, Secretaria particular, La cobarde y Sucedió en Acapulco.
Angélica María es quizás la única estrella del cine mexicano que ha logrado realizar con éxito la difícil transición de actriz infantil a la edad adulta. En 1955 debutó en el teatro interpretando a la pequeña asesina en serie de la polémica obra La mala semilla, actuación por la que también fue premiada. Cinco películas más documentaron la transformación de Angélica de niña a mujer: Música de siempre, Sublime melodía, El buen ladrón, Flores para mi general y La pandilla.
En 1960 participó en la puesta en escena El canto de la cigarra, junto a Manolo Fábregas, y se convirtió en pionera de las telenovelas, al actuar en Cartas de amor y un año después trabajó en la comedia musical Las fascinadoras, trabajo por el cual conoció a Armando Manzanero, quien al piano interpretó con ella el éxito “Eddy Eddy”. Después la llevó con Guillermo Acosta, quien decidió firmarla de inmediato, y en ese mismo año salió su primer disco de larga duración (LP).
Gracias a su creciente éxito, Angélica comenzó a ser llamada La Novia de la Juventud, mote que cambió tras triunfar en la música, pues el periodista Octavio de Alba la nombró La Novia de México. Comenzó a hacer programas musicales en televisión y junto con los ídolos juveniles Enrique Guzmán, Alberto Vázquez, César Costa, Julissa y otros jóvenes cantantes; protagonizó una etapa fílmica de adolescentes rebeldes con títulos como El cielo y la tierra, Mi vida es una canción y Los signos del zodíaco, hasta que llegó su filme más recordado 5 de chocolate y uno de fresa, de la mano de José Agustín y Angélica Ortiz, en la que se mostró una Angélica audaz y alejada de la tradicional imagen virginal.
En 1968, hizo su película número 47, Alguien nos quiere matar, y para la década de los 70 era una de las actrices más importantes de habla hispana que en 1971 confirmó su éxito junto a Ernesto Alonso, en el melodrama Muchacha italiana viene a casarse. Con Ya sé quién eres (Te he estado observando), La verdadera vocación de Magdalena, Entre monjas anda el diablo, con Vicente Fernández; Quiero vivir mi vida y El premio Nóbel del amor, Angélica María culminó la etapa más interesante de su amplia filmografía.
A partir de entonces, la actriz se concentró principalmente en el teatro y la televisión (en la cual estableció su reino durante los setenta con títulos como Ana del aire y El milagro de vivir). A fines de 1974 conoció a Raúl Vale y al año siguiente se casaron. Un año más tarde grabó dos discos y dio a luz a su única hija, Angélica Vale.
Después de unos años entre proyectos de teatro, música y un poco menos de cine, en el 2006 participó en la exitosa telenovela La fea más bella, en la que interpretó a la madre de Leticia Padilla (Angélica Vale), protagonista de la historia.
Hace un par de semanas arrancó el proyecto de la adaptación a la televisión de Muchacha italiana viene a casarse, que protagonizarán Livia Brito y José Ron, bajo la producción de Jorge Damián, de la cual Angélica María, quien fue protagonista de la película en 1971, quedó descartada del elenco a pesar de haber levantado para interpretar a la abuela de la historia.
Finalmente, la carrera de Angélica se resume en 58 películas, 20 telenovelas, 16 obras de teatro, 56 videoteatros, 64 fotonovelas, más de 600 programas de televisión, más de 500 canciones grabadas en 64 CD’s y 244 premios de toda América, que la convierten en una de las figuras más importantes que ha dado México.