«Periquitos» finiquitaron dudas ante el Getafe

El Espanyol disipó todas las dudas de este inicio de temporada con un claro 2-0 ante un Getafe muy poco atrevido, en el Power8 Stadium, con dos goles de Sergio García y el uruguayo Christian Stuani en la segunda mitad, lo que supone la primera victoria del curso y un balón de oxígeno para el club.
El bloque madrileño apenas dispuso de ocasiones. Lafita estaba muy solo y únicamente alguna acción aislada de Yoda puso el foco en el cuadro visitante. Pero nada más. El partido fue blanquiazul. El entrenador Sergio González exhibió con éxito a sus dos máximos realizadores, tres cada uno, y se llevó una victoria seria.
Ambos equipos, penúltimos y antepenúltimos de la clasificación, llegaban al partido con urgencias y ninguno quiso arriesgar. Se vio claro en los primeros compases del choque, sin apenas llegadas a las áreas. Los espectadores del Power8 Stadium presenciaron un intercambio de posesiones sin peligro.A partir de la media hora del choque el Getafe se fue encontrando más cómodo y protagonizó algún que otro atrevimiento.
Las carreras de Yoda, debutante en la Liga, por la banda, o una asistencia de Diego Castro a Juan Rodríguez, que no controló el balón en el área, empezaron a inquietar a Kiko Casilla.
Esta mitad fue lo opuesto a vibrante. Aunque los dos equipos salieron con otro tono al descanso: Víctor Sánchez firmó un tiro lejano a los pocos minutos y Míchel respondió con otro que examinó al meta. El Getafe, sobre todo, demostró estar más enchufado, como dejó patente otro zurdazo de Yoda en el 52.
De todos modos, el empuje inicial del conjunto madrileño se frenó al cuarto de hora. Era el turno, de nuevo, del Espanyol. Y Sergio García se encargó de, ahora sí, cristalizar todos los esfuerzos de su equipo. El delantero, en el minuto 65, aprovechó una asistencia de Salva Sevilla para batir por abajo a Guaita (1-0).
Toda la mejoría del bloque visitante quedó en nada. Ahora los blanquiazules estaban crecidos. Lejos de especular con el marcador, buscaron el segundo. Contra ya había agotado todos sus cambios en el 75, buscando un empate que el anfitrión no estaba dispuesto a ceder. El capitán seguía incisivo y Stuani acariciaba cada balón aéreo.
Suyo tenía que ser el segundo de la noche. El internacional uruguayo, a pase de Lucas Vázquez, no tuvo problemas para definir desde el área pequeña. Un disparo colocado bastó para alcanzar la tranquilidad. El Getafe, ahora penúltimo en la tabla de Primera división, no dispuso de opciones de cambiar el resultado.