Aunque las autoridades responsables del cuidado y protección del medio ambiente, la ecología y la salud humana, tanto federales como estatales y municipales finjan que los ciudadanos no tenemos ni voz ni derechos, en el entorno de la defensa de la Sierra de Álvarez en San Luis Potosí hay fuertes voces.
Así lo señaló el activista ambiental potosino Sergio Serrano Soriano, al participar con los integrantes del Comité en Defensa de la Sierra de Álvarez en una caminata de reconocimiento de los daños derivados de las emisiones de polvo y de las explosiones practicadas por la empresa México-canadiense Cal Química.
Serrano caminó con los integrantes del CODSA, integrada por los habitantes de Villa de Zaragoza y miembros de distintas organizaciones de defensa ambiental con la finalidad de detectar la gravedad de los daños a los flora, fauna, agua, suelo y aire de la cadena montañosa.
Comprobó la desaparición de la fauna endémica. Aves, mamíferos y reptiles se han retirado del lugar, en un radio de 15 a 30 kilómetros del foco de emisiones de la empresa Cal Química de México.
Asimismo, se tomó nota de la afectación de las fuentes de agua, las denominadas hoyas y riachuelos superficiales; la afectación de las madrigueras y nidadas, la ausencia de aves que eran características de la región, como los gavilancillos, los halcones peregrinos y las águilas, así como de zorras, armadillos, tuzas y venados.
Serrano Soriano recordó que la Sierra de Álvarez cuenta con un decreto de Área Natural Protegida que no es respetado por empresarios como los que operan Cal Química de México.
