La única flauta de cristal que existe en el país fue hecha en 1835 por el parisino Claude Laurent y regalada a Maximiliano de Habsburgo durante su imperio en México y el próximo jueves dicho instrumento sonará en el Museo Nacional de Historia, en un concierto conmemorativo por el 70 aniversario del recinto cultural ubicado en el Bosque de Chapultepec.
El instrumento histórico que pertenece a la colección prívada de la familia Clavé viajará al Alcázar para que el público conozca la pureza y tecnología que implicó su creación, destacó Cuauhtémoc Trejo, flautista que tocará acompañado de José Suárez en el clavecín y de la soprano Nadia Ortega.
“Para el concierto tratamos de tener obras representativas de cada siglo. En la primera parte tenemos música del siglo XVIII para ver la transición de la flauta hacia el siglo XIX y es ahí en donde entra la flauta de cristal”, indicó el músico.
Primero, dijo, se interpretarán con flautas de madera las piezas de Jacques Hotteterre, uno de los primeros compositores y constructores de flautas en Francia, después vendrán obras de Jean Philippe Rameau, Handel y Bach.
La segunda parte, señaló Trejo, incluirá arias de las óperas de La flauta mágica, de Mozart, y Orfeo y Eurídice, de Gluck, y terminarán con un aria para soprano del compositor español Sebastián Durón. En total, el concierto durará hora y media.
— ¿Cuánto tiempo se tocará la flauta de cristal?
— Aproximadamente media hora. Combino el programa con varias flautas para no tener la flauta demasiado tiempo a exposición del aire, ni a cambios de temperatura drásticos. Hay que tomar en cuenta que este concierto de aniversario será al aire libre y será una de las primeras veces que tocamos con este instrumento a la intemperie.
Cuauhtémoc Trejo destacó que el sonido de la flauta de cristal estaba destinado a acústicas nobles y pequeñas salas, por lo que el ensamble prefiere presentarse desde hace 4 años, en lugares cerrados. “Será un reto, lo queremos hacer porque al ser la residencia de Maximiliano, el hoy museo fue probablemente la residencia de esta flauta en México”.
— ¿Existen más flautas de cristal en el mundo?
— Laurent tuvo su taller en París durante la época de los Bonaparte y estas flautas fueron regaladas por el mismo emperador a distintas flautistas imperiales. Hoy encontramos ejemplares en Francia, Ámsterdam, Madrid, Barcelona, Estados Unidos y Cuba. “Por eso es un privilegio tener una en el país. Maximiliano la regaló al pintor catalán Pelegrín Clavé, quien se suponía haría el retrato imperial, pero Maximiliano prefirió que lo hiciera un pintor mexicano. Entonces en desagravio, le regaló la flauta a Clavé, quien la conservó como una joya dentro de su colección de arte”.
MÁS QUE RELOJERÍA. Cuauhtémoc Trejo explicó que la invención de la flauta de cristal en 1806 por el relojero Claude Laurent ameritó la medalla de plata en Exposición Industrial en París en un periodo donde existía una gran competencia de patentes instrumentales y de exigencia sonora.
Esta flauta, como su nombre lo dice, está hecha de cristal, tiene algunos elementos de zinc y plomo y funciona con cuatro llaves, lo cual representó una revolución en la organología porque, hasta entonces, las flautas transversales no tenían llaves para cerrar los agujeros para la digitación del instrumento.
“Se trataba de mejorar la afinación, de las condiciones técnicas del instrumento porque la flauta transversa había sido de diversas maderas, incluso de marfil y cerámica, pero se buscaba que el instrumento tuviera una sonoridad más grande y pura”, detalló. El flautista mexicano indicó que Claude Laurent no hizo un descubrimiento en cuanto a la técnica del instrumento, pero sí de la mecánica, es decir, de cómo sujetar las llaves al cuerpo de la flauta. “Su invención fue introducir pequeños tornillos de relojería para sujetar con placas de metal las llaves al cuerpo tubular de la flauta”.
Lo que pareciera una curiosidad de relojería, añadió, trascendió a todos los instrumentos de aliento y hasta la fecha, las flautas modernas llevan estos pequeños tornillos de relojería.
PUREZA. “El cristal fue una aportación interesante para el sonido del instrumento.
