Gran cátedra de potencia a cargo de Queens of the Stone Age

Una de las ejecuciones más potentes se vivió la noche del domingo en el Pepsi Center. Y es que los Queens of The Stone Age desataron su furia sobre los miles de asistentes, que aglomerados formando una gran masa dejaron salir por sus poros toda la energía que en ellos residía.
La noche dio inicio con una breve pero potente presentación de la banda mexicana Ruido Rosa. Las cuatros chicas dejaron al descubierto su gran calidad musical y entusiasmaron al público, que desde temprano llegó al recinto para obtener un buen lugar en la pista.
La oscuridad se apodero del Pepsi Center, una pista rítmica comenzó a sonar y entonces los músicos estadunidenses aparecieron en escena. Sin perder tiempo tomaron sus instrumentos para hacer sonar “You Think I Ain’t Worth a Dollar, but I Feel Like a Millionaire”.
La gente no dudo ni un instante, desde el primer momento dejaron salir toda su energía y no era para menos, ya que la segunda pieza de la noche fue “No One Knows”, entonces todos comenzaron a corear la melodía de dicha canción, mientras brincaban y se empujaban.
Después sonaron “My God is the Sun” y “Smooth Sailing”, dos piezas que pertenecen a su más reciente disco, y que dieron paso a “In My Head”, con lo que los presentes disfrutaron hasta dejaron caer las primeras gotas de sudor.
Para bajar un poco los ánimos, los músicos ejecutaron “Kalopsia”, la cual permitió que la gente se acomodara y observara con atención a la banda. El show continuo con “Feel Good Hit of the Summer”, la cual tuvo un momento especial ya que Josh Homme cantó una parte de “Never Let Me Down Again”, canción original de Depeche Mode.
“The Lost Art of Keeping a Secret” fue la octava pieza y el show bajo de decibeles, entonces Josh Homme se acomodó frente a su piano e interpretó “The Vampyre of Time and Memory”, la cual marcó la mitad del concierto.
El baile, los gritos y empujones no paraban, mientras en el escenario los QOTSA tocaban “If Had a Tail”, “Fairweather Friends” y “Little Sister”, esta última coreada a todo pecho.
El momento cumbre se acercaba y para dar paso a él, los músicos subieron el volumen para entonar “Make It Wit Chu” y “I Appear Missing”. Con el sonido distintivo con el que comienza la canción “Sick, Sick, Sick”, la agrupación volvió loca a la multitud, quien no paraba de mover la cabeza de un lado a otro como si de verdad estuvieran enfermos o dementes.
El concierto de stoner estaba llegando a su lecho de muerte, o al menos eso parecía cuando la banda dejó sus instrumentos una vez finalizada la canción “Go With the Flow”, sin embargo, solamente pasaron cinco minutos y regresaron.
El show concluyó con las canciones “Do It Again” y “A Song for the Dead”, esta última infaltable en sus conciertos y pieza perfecta para cerrar una noche de mucho sudor y poder.