¿Para qué una Fiscalía anticorrupción?

Darle vueltas y más vueltas a la noria es el deporte nacional desde hace siglos. El mismo Álvaro Obregón, en plena etapa de reconstrucción del país, pronunció una sentencia emblemática: si quieren que un problema no se resuelva, creen una nueva comisión.
Nadie tiene la mínima idea de lo que pueda contener una iniciativa para crear la Fiscalía Anticorrupción. Lo que todos sabemos es que no va a poder inventar delitos que ya están considerados en la Constitución y tipificados en las leyes reglamentarias.
Aún más, son delitos que caen bajo la esfera de competencia de organismos que ya existen, que nos cuestan muchos impuestos, y que en algunos casos son más caros, porque son órganos autónomos de Estado. Y, lo que es peor, «están dedicados exclusivamente a perseguir la corrupción «(como reza el retintín de la nueva Fiscalía)… que cada vez más se parece a la competencia por encontrar el agua tibia.
¿O quién va a inventar nuevos delitos que no hayamos sufrido los mexicanos y no estén considerados en los amplios catálogos de los actuales «fiscales de hierro»?
Desde los “hambreadores”, rateros, funcionarios corruptos, agentes de tránsito, agiotistas, motociclistas, patrulleros, torturadores, trasegadores, narcotraficantes, secuestradores, hasta traidores a la patria, están debidamente considerados en estas agendas de relumbrón.
No se pueden inventar más delitos que generen corrupción pública o privada. Ya existen los mecanismos para investigarlos (ASF, SFP, CISEN, IFAI, Fiscalias Anisecuestros, Comisiones de Derechos Humanos, ¡ufff! y un largo etcétera que da pereza recordar!) y si fallaran… allí está la temida Procuraduría General de la República, ¿qué no?
¿O se trata nada más de divertir al respetable? Porque hay formas más amenas y menos ridículas si de lo que se trata es de igualar en el tiempo su arranque con el de la Fiscalía General de la República.
Mala noticia, entonces, pues ésta ha sido pensada para empezar a funcionar en 2018. Usted sabe, la nómina ya está repleta… ¡no hay vacantes.
Ahora que si se trata de crearla para blindar el arranque de las» reformas? estructurales y del nuevo aeropuerto “donde no habrá corruptos», desde ahora hay que decir que es dinero tirado al caño, porque la legislación y los órganos para castigarlos… ¡ya están vigentes y son muy caros!
Sólo estaría atinado el feliz ocurrente de tal propósito, si su objetivo fuera obtener el codiciado galardón que expedía el mil veces recordado Ateneo de Angangueo. Obtendría «el garrote de Chiricuto».
¡Ah… nuestros aprendices de brujo! Como leña de pirul, que “¡no sirve ni pa’arder!” No’más para hacer reír. ¿A poco no?
AHORA SÍ SE PASÓ VIDEGARAY
Se atribuye a una vieja conseja popular aquello de que «si camina como pato, grazna como pato?: es pato» y se aplica totalmente a la barrabasada que acaba de boletinar la desastrada SHCP y que, previo jugoso arreglo, resaltaron en «la de ocho» algunos prestigiados medios de circulación chichimeca, comprometiendo hasta el límite su credibilidad.
Dice la infame dependencia que «ya evaluó el desempeño de todas las secretarías y organismos del Ejecutivo Federal» y algunas sacan, cuando mucho 3 puntos de calificación (en una escala inopinada, del 1 al 5).
La SHCP, tragando lumbre y pasando aceite, como ha estilado estos 19 meses, comete un atropello de tal magnitud que, simplemente, nos vuelve a avergonzar frente a cualquier administración de cualquier parte que todavía guarde algún pudor mínimo. Vuelve a demostrar palmariamente que ¡de administración no conoce un céntimo!
?Atropella flagrantemente todas las atribuciones de la Auditoría Superior de la Federación, de la Secretaría de la Función Pública y de las Contralorías Internas de cada dependencia. Las tira a la basura y se erige como Gran Inquisidora del Ejecutivo, del Legislativo y hasta del Judicial.
Lo que es no saber. El que no sabe es como el que no ve. El más atrevido resulta siempre ser el más ignorante, pues actúa por impulso, vanidad, soberbia… o prepotencia, sin medir el rebote de sus arrebatos.
Lo único que importa? al Virrey Videgaray es asombrar al inquilino de Los Pinos, continuar robándole la voluntad y la preferencia o el valimiento. La ley es agua de borrajas. Los límites de la urbanidad y la decencia política o administrativa, no existen.
También hace cómplice al titular del Ejecutivo de sus devaneos. Si la opinión pública y la publicada se le fueron encima cuando compró el grado del «mejor financiero del año » (cuando era obvio que aún no llegaba ni a tenedor de libros), ahora lleva a EPN al otro lado del río Bravo para que los contratistas lo nombren «Estadista del Año «y Ciudadano del Mundo» y hasta del Universo (¡gulp!) y, de este modo, dividir con el de Atracomulco los insultos recibidos por su absoluta falta de proporción, de lealtad y de disciplina.
¿Será que oootra vez nos tendremos que «chutar» la película de aquel descendiente de vascos, ambicioso e intrigante, que le robó la voluntad a Gustavo Díaz Ordaz, apareciendo siempre como un agachado lambiscón, sólo para traicionarlo al final y empujarlo al basurero de la historia?
¿Qué nadie se da cuenta de las maniobras de este? intrigante de pacotilla? ¿Qué nadie le pone coto a la baja estofa de este mentecato de pasillo, a maniobras tan infantiles y burdas de un mamarracho venido a más que se ha adueñado de la voluntad de alguien de buena fe?
¿Quién lo ha dejado llegar tan lejos o tan alto que es capaz de sobajar su dignidad ante atropellos tan viscerales y ñoños, nacidos de la ignorancia y la ambición tempranamente desatada de un tartufo que sólo hace daño a lo poco que queda del «gobierno»?
¿No le basta con haber echado al caño la economía del país, generando más de 3 millones de pobres absolutos en lo que lleva del sexenio, que quiere hacer más daño poniendo al pobre «gobierno» de cabeza con sus ideas melifluas?
¿?Por qué se prestan –aparte de “por dinero”– los medios de comunicación, antes tan celosos del fiat de su primera plana para echar por la borda sus economías de escala? No creo que estén esperando el «premio gordo». Es muy temprano. Hacienda no ha brincado ninguna vara.
¿No sería recomendable, primero, que los órganos facultados por el Estado hicieran una evaluación del desempeño de la Secretaría de Hacienda? ¿Usted cree que llegaría a pintar una milésima de punto? ¿Quién califica al calificador?
Índice Flamígero: Más tajadas del pastel energético: Con toda la mala intención de «ponerse el huarache», el grupo de “notables” (casi todos juniors nacidos en México sólo como referencia anecdótica) que se harán cargo de la subasta petrolera, designaron a uno de ellos, Carlos Elizondo Mayer-Serra para extender una acta de defunción anticipada, sin responsabilidad para ninguno de ellos: «las reformas no prenderán por la corrupción… la forma de abatirla es entregar todo, …abrirse totalmente al extranjero». ¿En esas mentes vamos a confiar los mexicanos? ¿Quién es Elizondo para fustigar la corrupción, si él es el mejor ejemplo de prácticas corruptas? Desde que a Zedillo se le ocurrió inventarlo para mandarlo de representante a las ligas europeas, sin la menor experiencia diplomática, hasta hoy que se le inventa para hacerse cargo del Fondo Petrolero, sin haber visto en su vida un barril de crudo, ni tener la mínima experiencia en los campos de producción o entre la tropa laboral que se encarga de mantener a nuestra burocracia dorada.