Desata paso de ‘Odile’ ola de delincuencia

El panorama es apocalíptico. Las noches en las calles de Los Cabos están iluminadas con fogatas hechas con árboles y madera rescatada de las ruinas en que se ha convertido la ciudad. Pobladores se han organizado en grupos de defensa y han formado barricadas con refrigeradores, basura y botes para protegerse: están armados con rifles, machetes, palos y otros objetos que sirvan de proyectiles contra hampones.
La crisis por el desabasto de combustible y alimentos que dejó el huracán Odile a su paso por Baja California Sur va en aumento, como en aumento van los saqueos, los actos vandálicos, la delincuencia, pues no sólo vaciaron centros comerciales y tiendas, restaurantes y hoteles, sino que llegaron a casas abandonadas y habitadas, en medio de la incredulidad de los habitantes que ponen en duda las acciones gubernamentales, pues dicen que “no es verdad que la policía y el Ejército vayan a las colonias a vigilar”, dice Gabriela, quien exige seguridad.
En el día, la desolación predomina. Los centros comerciales lucen vacíos; en sus pasillos y anaqueles quedan sólo las huellas de los habitantes desesperados que se llevaron todo, no sólo comida, tampoco hay electrodomésticos, muebles, ropa y hasta juguetes; en su lugar, en algunos supermercados, en las paredes dejaron grafitis con la leyenda “roba todo; viva la delincuencia”.
Las clínicas y centros de salud públicos y privados también han sido blanco de los ladrones. Testimonios obtenidos por un Diario de circulación nacional dan cuenta de que la gente busca medicamentos controlados y recetarios. Aunque algunos habitantes de Los Cabos comenzaron a dejar sus casas y aprovechar el puente aéreo para irse con algún familiar a otro estado, pues argumentan que no se quieren quedar por la situación que se está viviendo actualmente.
Más aún, “en las colonias, en la zona hotelera, están metiéndose a ‘ordeñar’ autos, entran a tratar de robar los coches y a quedarse con la gasolina”, denunció Andrés Liceaga, quien después de 35 años de vivir en este puerto decidió abandonarlo.
Vecinos narran que grupos de hasta 50 personas —unos encapuchados— iniciaron los saqueos; el resto de la gente los siguió.
Hasta el momento, sólo reportan ocho detenciones por robo, a cinco los capturaron con cuatro vehículos llenos de mercancía variada.
Los vecinos de colonias como Premium, Magisterial, Industrial, Rosarito, Colinas Plus, Monterreal y Colinas de San José, entre otras, continuarán las guardias.
De hecho, una parte de los vecinos, como Andrés Liceaga, pide que se decrete un “toque de queda”.
Sin luz, tres semanas
Pobladores consideran que la crisis continuará. La energía eléctrica tardará alrededor de tres semanas en ser restablecida en Los Cabos.
El titular de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Enrique Ochoa, informó que el tiempo estimado para restablecer el servicio en 95% en la zona centro del estado y en el municipio de La Paz, es de cuatro días; en tanto, en Los Cabos estimó que será entre dos y tres semanas, pues de los 2 mil 554 postes dañados en toda la entidad, 2 mil son de este lugar.
En entrevista, precisó que a causa de los vientos y la lluvia por el huracán Odile, resultó afectado más de 95% de la población en la entidad, más de 253 mil usuarios.
Indicó que han arribado más de mil trabajadores con equipo técnico y vehículos a través del puente marítimo que se estableció en Topolobampo a La Paz y de este último a Los Cabos.
No ven avances
La desesperación de la gente por falta de alimentos, agua y seguridad se evidencia cada vez más, pese a la insistencia de las autoridades federales de que se ha reforzado la presencia de la Policía Federal y de que los servicios poco a poco se han ido restableciendo en Los Cabos.