Lechugas y fresas cultivadas en la pared de casa; solución ecológica

Cultivar frutas y verduras dentro de casa ya es posible y sin necesidad de ocupar demasiado espacio gracias a las llamadas “paredes verdes”, que pretenden convertirse en una solución ecológica y eficiente para comer de forma saludable.
La expansión de este tipo de instalaciones se produce en un contexto de creciente preocupación medioambiental a nivel mundial, que alcanza también al sector alimentario.
En Portugal, la moda de los productos ecológicos se ha instalado con fuerza y en los últimos meses es visible la rápida expansión de franquicias dedicados a ellos en exclusiva, mientras al mismo tiempo ocupan cada vez un mayor espacio en las estanterías de los supermercados.
Otra señal son la aparición de las huertas urbanas en las principales ciudades del país, una iniciativa que permite consumir alimentos producidos por uno mismo y ayuda a crear “pulmones” en el centro de las metrópolis.
Como alternativa para este nicho de mercado se presenta la empresa lusa “Minigarden”, nacida en 2007 y que por poco más de 40 euros promete llevar un poco de “verde” al interior de los domicilios de las familias urbanas.
Con un mecanismo modular que no exige obra y se adapta a cualquier espacio, el sistema vertical utilizado por esta compañía permite montar jardines en paredes tradicionales a través de macetas que cuelgan de éstas y permiten el cultivo de flores, frutas o verduras.
El 90% de los ingresos proceden del negocio exterior y la firma cuenta ya con clientes en más de setenta países repartidos por los cinco continentes, aunque es en Europa donde más vende.
La compañía portuguesa es uno más de los negocios creados en torno a la llamada “Revolución Verde” en el ámbito urbano.