Gadgets, el futuro del pago

Del trueque al pago de productos y servicios con dispositivos vestibles ya no existe una gran distancia.
Varias son las empresas que se han sumado a esta tendencia, como Barclays, con su banda inteligente bPay, o el banco español La Caixa, que lanzó dos aplicaciones para usarse en los también llamados wearable devices, mientras que Apple es el nuevo miembro de este club luego de presentar Pay, su plataforma para pagos móviles que funcionará en su nuevo reloj inteligente.
Estos dispositivos ayudarán a hacer frente al dinamismo del mercado de pagos móviles que, para la consultora Gartner, tendrá un crecimiento anual promedio de 30 por ciento hasta 2017 superando los 200 mil millones de dólares cada año.
Lo que ha gustado de esta tecnología es su facilidad. El usuario acerca la pulsera o reloj inteligente a la Terminal Punto de Venta y sólo con eso se hace el pago, aseguró Luis Cirerol, vicepresidente de Pagos para América Latina, el Caribe y Canadá de Fiserv.
Resaltó que el uso de la tecnología vestible como método de pago no es nuevo, se trata de una idea que viene desarrollándose aproximadamente desde hace nueve años.
Una de las primeras empresas en experimentar fue Citibank que entregó una especie de llavero a algunos de sus clientes para que pagaran con sólo acercar este dispositivo a la terminal, algo que es conocido como pago sin contacto.
La tecnología
Alejandro Martín del Campo, socio fundador de The App Date México, indicó que dispositivos como pulseras, relojes o bandas funcionan para hacer pagos porque se requiere un emisor y un receptor.
Así el gadget vestible se convierte en el emisor, porque en la mayoría de los casos contiene un chip que almacena la información de la cuenta o la tarjeta del usuario y, por medio de una antena, transmite la información al receptor, que en este caso es una terminal punto de venta compatible con dicha tecnología.
“Near Field Communication o NFC es una tecnología que se usa mucho en los pagos con celular y han surgido otras más sofisticadas y más inteligentes a través de radiofrecuencias que se usan en las tarjetas”, añadió Cirerol.
Además el monto de la transacción también hace más fácil el procedimiento porque si son compras pequeñas no pide firma ni validación, en caso contrario, el usuario tiene que presentar un PIN, contraseña u otro método de identificación dependiendo de la empresa.
Ambos coincidieron en que estos gadgets con capacidad para hacer pagos incluyen medidas de seguridad, como chips que encriptan la información.
“Son el tipo de mecanismos y factores que se cuidan mucho al diseñar dispositivos para medios de pago, es muy importante que estén certificados y con estándares internacionales”, añadió el socio fundador de The App Date México.
Por ejemplo el reloj inteligente de la tecnológica de Cupertino, Apple Watch, genera por medio de iPhone un número de cuenta del dispositivo, lo que significa que el comercio donde se paga no tiene acceso directo al número de tarjeta; a lo que se añade un código de seguridad dinámico de transacciones que esperan sea suficiente contra los hackers.
Lenta adopción
Para Fernando Gutiérrez, catedrático del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, estos dispositivos tienen una lenta adopción, sobre todo si se considera que las primeras pruebas fueron en 2005, debido a que existen algunas barreras tecnológicas que difieren en cada país.
Un ejemplo de esto es Estados Unidos donde la mayoría de personas todavía utiliza tarjetas con banda magnética y, por lo mismo, una gran parte de las terminales punto de venta de los comercios no están habilitados para aceptar pagos sin contacto.
“Además el concepto es más complejo porque el celular tiene las características para fungir como medio de pago, pero no todos los wearables podrán ser utilizados”, advirtió.
México seguirá la tendencia
Los tres especialistas confiaron en que México no quedará exento de esta tendencia debido a que los bancos que operan en el país ya comenzaron a cambiar las terminales punto de venta para aceptar pagos sin contacto. Esta tecnología ya funciona con las tarjetas de instituciones como Banamex.
Tanto Martín del Campo como Gutiérrez concordaron en que algo esencial para la total adopción de los vestibles como método de pago será que las autoridades elaboren un marco regulatorio, ya que éste muchas veces se ve sobrepasado por los avances tecnológicos.
Asimismo destacaron que la baja penetración bancaria será otro factor que disminuirá el ritmo de adopción de esta tendencia tecnológica en territorio mexicano, que sin duda se desarrollará de diferente manera en cada país