Multan a Chrysler en China por manipular precios

La firma automovilística Chrysler ha sido multada en China con 31.7 millones de yuanes (unos 5.5 millones de dólares) por manipulación de precios en el mercado, con lo que se convierte en otra firma foránea del sector castigada en la campaña antimonopolio del Gobierno chino en el sector.

Según las autoridades del país asiático, Chrysler firmó un acuerdo de distribución con varios concesionarios entre 2012 y 2014, en los que requería a éstos «mantener los precios recomendados por el fabricante».

Incluso, asegura la versión oficial transmitida por la agencia Xinhua, «presionó a los concesionarios para vender coches por un precio menor al recomendado congelando o retrasando su suministro».

Además de esta multa -que es muy superior a la que recibió la semana pasada BMW, de 1.6 millones de yuanes-, el Ejecutivo chino también ha anunciado hoy que tres de los concesionarios de Chrysler en Shanghái también tendrán que pagar en conjunto 2.14 millones de yuanes (340 mil dólares) por este mismo delito.

Estos concesionarios firmaron un acuerdo en abril para establecer precios unificados para el mantenimiento de automóviles, repuestos o trabajos de pintura para coches de Chrysler, Jeep y Dodge.

«Las prácticas de monopolio llevadas a cabo por la firma estadounidense y los tres concesionarios han violado derechos legítimos e intereses de los consumidores y de otras compañías» , señala la oficina antimonopolio de China, que explica que las multas han sido establecidas de acuerdo a la ley antimonopolio del país.

Según detalla, la cantidad que debe pagar Chrysler es el 3 por ciento de sus ingresos anuales en productos involucrados en la investigación.

La multa a la compañía estadounidense se anuncia después de que a principios de agosto se confirmara una investigación a gran escala contra multinacionales de la automoción, y que se ha saldado hasta ahora con multas a Audi, BMW y a doce fabricantes japoneses de piezas de recambio, mientras que Mercedes-Benz ha sido declarada culpable por la provincia de Jiangsu de fijar precios de piezas y servicios de mantenimiento.

Poco después de anunciarse las pesquisas, algunas de estas firmas anunciaron drásticas bajadas de precios en algunos de sus productos y servicios, caso de Mercedes-Benz, que poco antes de que se lanzaran investigaciones en sus oficinas anunciaba un recorte del 15 por ciento en el importe de las piezas de repuesto.

No fue hasta septiembre cuando Audi anunció bajadas similares o Chrysler, que prometió un recorte del 20 por ciento en los precios de determinadas autopartes e incluso de algunos de sus vehículos.

Esta campaña ha sido criticada por las cámaras de comercio de la Unión Europea o Estados Unidos, que consideran que sólo apunta a empresas foráneas en beneficio de los grandes conglomerados estatales en China, a quienes favorecen las autoridades, en su opinión.

El primer ministro, Li Keqiang, se hizo eco de las críticas y, en una de sus intervenciones en el Foro Económico de Tianjin -el conocido como el Davos Asiático-, defendió que sólo «el 10 por ciento de las investigaciones se han centrado en las prácticas cometidas por empresas extranjeras en China».