El Metro: inversiones, aniversario, sanciones

El Presidente de la República anunció —en su mensaje por el segundo año de gobierno— que se hará una inversión para la construcción de más líneas del Metro en la ciudad. Esa misma semana se conmemoró el 45 aniversario de la puesta en marcha de las primeras estaciones de la Línea 1, del Sistema de Transporte Colectivo Metro; sin duda, un aniversario opacado por el estado en el que se encuentra el Metro, en general, y por el caso de la Línea 12, en particular. Finalmente, ayer se anunció la primera sanción por las irregularidades en el proceso de construcción de la también llamada Línea Dorada Bicentenario.
¿Una coincidencia esta concatenación de hechos? El tiempo lo dirá. Sin embargo, no podemos dejar pasar de largo los pros y contras que tales acciones traerán para el Distrito Federal.
En el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) para 2015, el gobierno federal asignó una partida presupuestal de 3 mil 600 millones de pesos, para la ampliación de la Red de Transporte Masivo Metro. Sin duda, una noticia de gran impacto para resolver los problemas de movilidad y contaminación en el DF, luego de que los gobiernos de izquierda en esta ciudad poco o nada se han preocupado por aumentar las líneas del Metro.
Mientras el gobierno federal propone esta inversión, el gobierno capitalino lo menos que debería hacer es trabajar para que las líneas del Metro, que se encuentran en operación, den el servicio en óptimas condiciones, pues en vez de mejorar, cada día hay más casos de irregularidades: la del convoy que viajaba con las puertas abiertas y no hizo parada en varias estaciones, y la del conductor ebrio, por citar las últimas.
El Metro cumplió 45 años de servicio. En la mayor parte de ese tiempo se dio ejemplo en la construcción de vías de transporte subterráneo. El primer tren que dio servicio en la Línea 1 sigue rodando. En más de 30 años de servicio ininterrumpido, cuándo se supo de desniveles, desgastes que ocasionaran cierre de líneas, inundaciones, goteras, fallas eléctricas de consideración, etcétera, que mermaran la imagen de un sistema de transporte tan efectivo como el Metro. La situación en la que se encuentra el STC Metro debe ser motivo de indignación para todos los mexicanos y motivo de vergüenza para las autoridades capitalinas.
La Línea 12 fue un rotundo fracaso. Después de seis meses de investigaciones, una auditoría determinó que hubo errores en la planeación, diseño y construcción de la vía, así como en la operación y que las medidas de los carros no coinciden con los rieles, lo que aceleró el desgaste, por lo que será necesario reemplazar y rehacer numerosos elementos de la infraestructura.
Dicho reporte permitió que la Contraloría General de DF emitiera la primera sanción contra Enrique Horcasitas Manjarrez, ex director del Proyecto Metro Distrito Federal (PMDF), al que inhabilitó con 20 años para ocupar cualquier cargo público; e impusiera otras 54 sanciones, con multas, denuncias penales e inhabilitación, contra servidores y ex servidores públicos involucrados en el caso de la Línea 12.
Si ya no queremos gobiernos incompetentes en la ejecución de obras, ni autoridades indolentes en el ejercicio del gasto público, es obligación de los ciudadanos demandar que los responsables sean castigados ejemplarmente y que paguen por sus malas acciones; pero también será una obligación ciudadana demandar que el gobierno instrumenten procedimientos para que no se repitan estos hechos en otras obras importantes y vigilar que los cumpla. Es responsabilidad de todo gobierno manejarse con absoluta transparencia; sólo así se podrá acabar con la corrupción.