Luce de nuevo maqueta del mercado de Tlatelolco

En el marco de la conmemoración de las primeras cinco décadas del Museo Nacional de Antropología (MNA), fueron realizadas diversas tareas de conservación por ejemplo en la maqueta del mercado de Tlatelolco, un elaborado conjunto escultórico que retrata de manera fiel el pochtec ayotl o trueque, realizado durante la época prehispánica.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) informó que esta maqueta, ubicada en la Sala Mexica de este recinto, fue creada hace 50 años por la artista Carmen Antúnez, bajo la supervisión del arqueólogo Alfonso Caso, a partir de una profunda investigación en fuentes históricas y etnográficas. Detalló que las tareas de conservación de esta pieza, fueron supervisadas por la restauradora Claudia Blas Rojas, del Laboratorio de Conservación del Museo Nacional de Antropología.
Las actividades fueron llevadas a cabo por jóvenes de preparatoria que cursan la opción técnica en Restauración y Museografía, junto con estudiantes de la Escuela de Conservación y Restauración de Occidente, quienes llevaron a cabo un registro fotográfico, además de ayudar a la limpieza de cada una de las piezas que conforman la pieza escultórica.
Destacó que el trabajo de recuperación duró 10 semanas, a lo largo de las cuales fueron lustradas cada una de las piezas, desde los personajes adultos, que miden en promedio 26.5 centímetros, hasta las diminutas aves enjauladas.
La restauradora Claudia Blas Rojas comentó que los pochtecas o comerciantes, mercaderías y demás figuras que aparecen en la maqueta realizando el trueque, lucían cenizos por una fina capa de polvo que permanecía debido a un efecto electroestático.
“La mayor parte de las figurillas son sintéticas, por lo que al frotarlas se producen cargas eléctricas y ocasiona que el polvo se mantenga fijo. Por ello buscamos materiales con propiedad antiestática”, explicó.
La pieza escultórica tiene dimensiones de 10 metros de frente por 3.5 de profundidad, y de acuerdo con Blas Rojas, es una de las más elaboradas que hay en el Museo Nacional de Antropología. Rojas detalló que en la maqueta, las mujeres mexicas casadas se distinguen por llevar el cabello trenzado sobre la cabeza, mientras las solteras lo llevan suelto.
La gente procedente de la Costa del Golfo muestra el torso desnudo; y los pipiltin o nobles se distinguen por ir sobre el pasillo central, donde se ofrecían los cactli o sandalias que daban identidad jerárquica. “Al estar cerca de las obras observamos que es un gran y complejo conjunto escultórico.