«Por favor, lea poesía» va por su segunda vuelta

Por favor, lea poesía» no es sólo una frase su-gerente, plasmada con tipografía Helvética en una calcomanía roja. Miguel Asa, creador de «Por favor, lea poesía», dice que esta frase no es únicamente una frase, sino un pequeño grito que sucede en diferentes espacios de la ciudad; una forma de expresión y un discurso multitudinario que se adhiere como una sanguijuela a camiones, marquesinas, vagones del tren ligero y puertas de supermercados.
«Por favor, lea poesía» ya arrancó su segunda edición, que consiste en la distribución de 18 mil calcomanías. La presentación del proyecto se llevará a cabo el 12 de septiembre, a las 20:00 horas, en el Café Palíndromo (Juan Ruiz de Alarcón 233).
Además del micrófono abierto, los poetas invitados por Asa a la presentación realizarán un cadáver exquisito que será leído colectivamente. La cantautora Sofía Stainer dará a conocer «Proyecto Pirinola» y Leiden cerrará la noche con su neofolk latino.
Miguel Asa recuerda que cuando era estudiante comenzó a colocar versos en lugares públicos. En 2009, el proyecto tomó forma. Él y sus compañeros repartían calcomanías en congresos, exposiciones y en otras ciudades. Asa se dio cuenta que la gente no sólo pegaba las calcomanías en el espacio urbano, también les tomaba una foto y las compartía en las redes sociales.
Considera que poco a poco se creó un movimiento en el que más personas quisieron participar. De abril de 2013 a enero de 2014 se repartieron cinco mil calcomanías. Personas del Distrito Federal, Monterrey, Mérida, Puebla y Tijuana ya alzaron la mano. Otros se llevaron calcomanías a Nicaragua, Chile y Bélgica. Asa afirma que «Por favor, lea poesía» se convirtió en una calcomanía deseada y en un objeto de difusión de la literatura.
Explica que la poesía no librará a las personas de los problemas económicos, pero sí los ayudará a liberarse de la «decrepitación social que tenemos como pueblo».
Destaca que decir «Por favor, lea poesía» es meterte con el género literario de mayor conflicto en todas las perspectivas, «porque todo el mundo le hace el feo a la poesía, pero todo el mundo quiere a la poesía. No es como la narrativa, que a veces es indiferente, pasa o no pasa, no causa más; pero la poesía sí, es el estrago. Siempre es esa herramienta de ‘por qué no puedo ser capaz de interpretarla’, cuando sabemos que todo el mundo puede crear poesía, y en todos los momentos estamos viviendo poesía. Por cualquier mínimo detalle hay un acto ahí, hay un acto poético, una metáfora. Y esos momentos son los que hacen valer la vida».
Para la realización de las 18 mil calcomanías se contó con el apoyo de la imprenta MD Flexo y de las direcciones de cultura de Jocotepec, Tonalá, Zapopan, Guadalajara y Chapala. Asa señala que se gastaron aproximadamente 10 mil pesos.