Licencias para música en filmes, un tema poco conocido

La supervisora que ha trabajado en películas como «Y tu mamá también» , «Como agua para chocolate» y la más reciente «Nosotros los Nobles» , aseguró que «los primeros enemigos de la música en las películas son los productores y los directores, porque siempre subestiman el costo de mercado de la música.
Los hámsters busca su estreno comercial, pero aún no tiene cubiertos los derechos de autor de tres canciones
Hacer una película implica tomar en cuenta diversos factores, entre ellos la música, pero muchos jóvenes desconocen que cuando no es original es necesario tener licencias para poder utilizarla y su obtención representa un desembolso que muchas veces no está previsto en el presupuesto.
Ese es el caso de Gil González, director de «Los hámsters» , la cual después de recorrer varios festivales como el de Durango o Guanajuato, y de haber cosechado éxitos, se enfrenta a una batalla, pues a pesar de estar a un paso de la salida comercial, la falta de permisos de tres temas incluidos en el filme se lo impiden.
«Verónica» , de Víctor Yturbe, «El Pirulí» ; «Melodía de amor» , de Los Rebeldes del Rock, e «Ingratos ojos míos» son los temas para los que el director egresado del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) obtuvo los derechos, pero sólo para su exhibición en centros culturales y festivales debido a la falta de conocimiento al respecto.
«En realidad hay mucho desconocimiento de mi parte y de muchos directores, aparte de que no hay un tabulador, es decir, te cobran lo que quieren y eso lo vuelve más complicado» , afirmó el cineasta en entrevista.
La película, que a la vez es la tesis de titulación de Gil González, representó un gasto de 140 mil pesos tan sólo por tres canciones que se incluyen, lo que implica un gran desembolso para una película de corte independiente y producida por una escuela de cine.
«Se buscó que fueran más baratas, por lo que se hizo la cláusula para que fueran para medios culturales y festivales, porque si son a nivel comercial se duplica el precio. No obstante, es muy caro porque te ponen el precio que ellos quieren, de autoría y de máster» , relató Gil.
El problema ahora es que «Los hámsters» buscaba su estreno comercial, pero el equipo se dio cuenta de que no podía distribuirla pues las canciones no tenían cubierto el derecho de venta, y para obtenerlo era necesaria una nueva aportación de 120 mil pesos, aproximadamente.
«Pudimos haber buscado para que se pudiera usar comercialmente desde el principio, ahora necesitamos hacer un doble pago, cuando se pudo sacar desde antes, pero por el contrato nos dimos cuenta hasta después, es simple desconocimiento de un tema muy delicado» , destacó el joven.
El caso de Gil González no es el único, ya que según la supervisora musical Anette Fradera, «hay una absoluta y total ignorancia que es verdaderamente ya inaudita» , lo que hace que muchos trabajos se queden enlatados, es decir, sin salida al público.