Huerta, Ibargüengotia, Paz y Revueltas, entre burbujas

Cómo era la vida política, sentimental y sexual de la Ciudad de México de 1963? En ‘Te vuelvo a marcar’, el escritor Nicolás Alvarado entrevera su visión sobre la metrópoli de aquella época con fragmentos de la poesía de Efraín Huerta, el periodismo de Jorge Ibargüengotia, el ensayo político de Octavio Paz y la narrativa de José Revueltas, cuatro escritores mexicanos a quienes les rinde homenaje.
La obra, que se presenta en el Parque España de la colonia Condesa de la capital del país como parte del festival internacional de dramaturgia contemporánea, DramaFest, es un espectáculo que unifica cuatro situaciones (basada en textos de cada uno de los autores centenarios) a través de una llamada telefónica, la cual reciben los actores María Aura, Leticia Huijara, Emilio Guerrero y José Sefami adentro de una burbuja gigante.
«El actor no oye nada, y para escuchar los audios lo que trae es el monitor, que representa el monólogo. Son cuatro actores con el mismo número de textos en dos burbujas alternándose», explica Alvarado en entrevista telefónica.
En cada discurso, el dramaturgo aborda géneros teatrales distintos: la comedia (Definiciones de Libertad / Huerta), la farsa (Instrucciones para gobernar en México / Ibargüengoitia), la pieza (Post Scriptum / Paz) y el drama (Los muros de adentro / Revueltas), los cuales fueron enriquecidos con el trabajo del director José Luis Aguilera.
Una vedette (María Aura), que trabaja en el cabaret más importante del México de aquella época y que se enamora de un poeta es la historia con la que inicia la obra.
Alvarado cuenta que esa mujer tiene un conflicto porque Huerta le escribe poemas a Stalin y no a ella. «Eso detona una situación dramática que este personaje expone en un monólogo hablando por teléfono con su amiga, y esa amiga va a ser el personaje del siguiente monólogo basada en textos de Ibargüengoitia y así sucesivamente».
Te vuelvo a marcar fue concebida como teatro de calle, por lo que es presentada en distintas plazas públicas de la Ciudad de México. A excepción de la de Efraín Huerta, que se estrenó antes como parte de los homenajes de su centenario en Bellas Artes, las otras se estrenaron juntas. Nicolás señala que el director de la obra creó un universo muy evocador gracias a que encontró el tono adecuado de los cuatro textos. «La farsa es frenética y delirante, la tragedia es muy trágica, y nos remite a ese universo de la izquierda.