Siria ataca al Estado Islámico

Mientras Estados Unidos bombardea posiciones del grupo Estado Islámico en Irak, las fuerzas del presidente sirio Bashar Assad han incrementado significativamente su campaña contra bastiones de la organización extremista en Siria, lanzando decenas de ataques aéreos contra la sede central del grupo en los últimos dos días.

Aunque el gobierno en Damasco ha ignorado desde hace tiempo la expansión del Estado Islámico en Siria – en algunos casos incluso facilitando su ofensiva contra los rebeldes – la rápida marcha del grupo en ciudades y aldeas en el norte y el este de Siria amenaza ahora con revertir recientes ganancias de las fuerzas gubernamentales.

Pese a que los combatientes del Estado Islámico han concentrado hasta ahora sus ataques contra los rebeldes respaldados por Occidente que buscan derrocar a Assad, en el último mes lanzaron una intensa ofensiva contra instalaciones del ejército sirio en el nordeste del país, capturando y ejecutando a centenares de soldados y milicianos pro gobierno.

El lunes, combatientes del Estado Islámico se acercaron a la última base del ejército en poder del gobierno en la norteña provincia de Raqqa – la base aérea de Tabqa -, motivando al menos 16 ataques aéreos del gobierno sirio en el área en un intento por frenar su avance.

En la norteña ciudad de Alepo, existe una sensación de derrota inminente entre los rebeldes moderados, luego que los extremistas islámicos les vapuleasen sistemáticamente en ciudades y aldeas a unos pocos kilómetros de la ciudad. Una captura por el Estado Islámico de área en poder rebelde en Alepo sería desastrosa además para tropas del gobierno que han estado ganando terreno allí en los últimos meses.

«Pienso que ellos (el gobierno sirio) finalmente se han dado cuenta de que su estrategia maquiavélica de trabajar con el Estado Islámico contra los moderados no resultó tan bien, y por ello han comenzado a combatirlo», dijo Andrew Tabler, del centro de estudios Washington Institute for Near East Policy.

Pero con sus ataques contra el grupo Estado Islámico, Assad tiene otro motivo. Sus ataques aéreos de bastiones extremistas en Siria es similar en cierta forma a los bombardeos estadounidenses contra extremistas al otro lado de la frontera en Irak.

Analistas dicen que los ataques de Assad buscan enviar un mensaje de que él está del mismo lado que los estadounidenses, reforzando la afirmación de Damasco de que es un socio en la lucha contra el terrorismo.

«A Assad le gustaría sin dudas ganar aceptación internacional vía la ‘guerra contra el terrorismo’ y quizás ése es su objetivo a largo plazo», dijo el analista Aron Lund.