El escándalo mediático que cobró dimensión política en el que se involucraron algunos integrantes de la fracción parlamentaria del Partido Acción Nacional, en una fiesta privada en la que participaron damas de la vida galante, escorts y edecanes, más que un evento socio – político para censurar, evidenciar, descalificar a los asistentes, debe ser un punto de partida para una reflexión de más profundidad y responsabilidad, comentó el portavoz de la arquidiócesis de San Luis Potosí, Juan Jesús Priego Rivera.
Priego dijo que lo escandaloso no reside tanto en la presencia de los señalados miembros del PAN, sino más bien en la existencia de este tipo de lugares. Por eso, dijo, más que satanizar a una persona, más que hacer una especie de condenación de las personas, mejor reflexionar sobre qué y cómo hacer para combatir el hecho (de la preexistencia de los sitios de explotación sexual).
Reconoció que (en los escenarios preelectorales) es esta una “buena oportunidad para irse contra el PAN” (sic) pero, añadió, también para ver la situación: la explosión de este tipo de lugares, la situación migratoria de las personas que “trabajan” ahí… Es decir, se requiere ir más al fondo del asunto”.
—¿Qué hacer entonces frente a estos hechos? ¿controlarlos, vigilarlos, reducirlos? –se preguntó con relación a los establecimientos que incurren en la explotación de la sensualidad y la sexualidad.
—Creo que las tres cosas –respondió. Hay que ver la situación migratoria y legal de las personas que trabajan en estos sitios, la situación legal de esos “negocios”.
