Campeche dejará atrás el anonimato

Este lunes de agosto Campeche dará una nota de primera plana. Si no hay cambios de última hora, el presidente Enrique Peña Nieto viaja a esa entidad para entregar al gobernador Fernando Ortega Bernés el nombramiento de Calakmul como Patrimonio Mixto de la Humanidad, cultural y natural, pues la Organización de las Naciones Unidas, a través de la Unesco, reconoce el sitio arqueológico maya pero también los bosques que lo circundan, con una extensión superior a un millón de hectáreas y que constituyen una reserva de la biosfera, la más importante de América después del Amazonas.

La entrega supone el inicio formal de acciones de promoción turística que colocarán a Campeche ante los ojos de México y del mundo y supone para la entidad el primero de varios motivos para destacar ante la opinión pública pues además el año que entra, el 2015, habrá elecciones para gobernador y también será uno de los escenarios donde se decidirá el futuro de la reforma energética en el país. De tal forma que el bajo perfil en el que se ha movido la entidad desde hace mucho tiempo será cosa del pasado. Se prepara para asumir un papel más protagónico en el quehacer nacional.
Claro que Campeche aparece con cierta frecuencia en la prensa como telón de fondo de acciones de la empresa Pemex, que ya no será paraestatal, que desde hace años tiene una presencia intensa, en ocasiones agobiante, en Campeche que también fue mencionado con insistencia en las notas sobre la empresa contratista Oceanografía, que hasta un equipo profesional de futbol tenía en la entidad.
No obstante al emprender una etapa diferente en materia de promoción, el protagonista central es el propio estado, su gente, su riqueza, sus tradiciones.
De Campeche se conoce su patrimonio cultural representado por los baluartes y murallas de la ciudad capital, que se construyeron para ponerla a salvo de ataques de piratas o filibusteros que en varias ocasiones irrumpieron en la ciudad para saquearla. Su patrimonio natural es vasto, incluye selvas.
Posee dentro de su territorio varios sitios arqueológicos destacados, pero su joya es Calakmul ubicado cerca de la frontera con Guatemala y en su momento una de las ciudades más pobladas de la civilización maya. Es un sitio arqueológico que está de moda y se convirtió con su nombramiento internacional en el ancla de los programas de promoción de la entidad. La verdad es que lo vale pues logra una conjunción mágica de historia y naturaleza.
De hecho, el sorprendente grado de preservación se debe en buena medida a que el inmenso bosque que lo rodea dificultó los accesos. En la selva todavía hay mamíferos grandes como el jaguar o el puma, y una riqueza incalculable en aves, reptiles, flores. Claro está que en una extensión de estas dimensiones es posible practicar todas las variedades imaginables del turismo de aventura. Sobre las copas de los árboles, a la mitad del mar de selva verde destaca, gracias a sus casi 60 metros de altura la gran pirámide que es centro de la oferta del sitio; pero en las inmediaciones, hay cientos, quizá miles de estructuras.
Los especialistas no se cansan de destacar su importancia arqueológica y los paseantes no se cansan de admirar el esplendor de lo que fue la capital del así llamado Reino de la Serpiente, rival permanente de otra gran ciudad maya, Tikal, ambas del periodo clásico de la cultura maya, durante el cual había otros 60 reinos diferentes. Hasta ahora la visibilidad internacional ha sido para Tikal, pero las cosas cambian de manera acelerada. Otra ciudad rival de Calakmul fue Palenque con la que también hubo disputas serias por la supremacía.
Fue explorada gracias a los caminos que abrieron a machetazos en la selva los productores de chicle. Los primeros investigadores descubrieron que el lugar tuvo presencia humana por más de mil quinientos años, una cantidad insólita pues supone los albores de la civilización en la zona hasta una de sus cumbres, como lo fue la cultura maya.
La declaratoria de Patrimonio Mixto supone una enorme oportunidad pero al mismo tiempo, una responsabilidad. Permite a la zona contar con un nombramiento que puede ser, lo está siendo, ariete de promoción, pero también encierra el compromiso de preservar el sitio, por lo que la presencia humana tendrá que ser controlada y supervisada por autoridades competentes, lo que no será fácil pues siempre hay una tensión inocultable entre los trabajadores culturales cuya primera opción es preservar, aislar, guardar y los promotores turísticos que, por el contrario, buscan mostrar, presumir, aprovechar.
La idea al final del día es que el nombramiento sirva para mejorar las condiciones de vida de las familias que viven en las inmediaciones —en su mayoría dedicadas a la apicultura— y que en muchos casos se trata de grupos con graves carencias en todos los órdenes. Se dice que este día además de entregar la declaratoria, Peña Nieto hará un recorrido por el sitio arqueológico para admirar espacios recientemente restaurados como el enorme Friso de la estructura 2 o las pinturas de la acrópolis Chiik Nab que por el momento están cerrados al público, por lo que se trata de un par de sorpresas de las muchas que tiene guardadas este lugar del que los mexicanos debemos sentirnos orgullosos pues representa el patrimonio compartido de todos los habitantes del país.
Lo dicho Campeche tendrá mucho mayor visibilidad. Quiere ser identificado como un centro relevante para la producción de energía, pero también como un destino turístico con una oferta deslumbrante como el sitio arqueológico de Calakmul y su gran pirámide.