En 2011 el hijo de Libertad tenía cinco años. Un día después de regresar de visitar a su padre, se dio cuenta de que el muchacho tocó sus genitales a menudo. Después de interrogarlo con amor, su hijo le dijo que su ano le estaba haciendo daño y que había jugado «penes» con su padre. El muchacho le dijo que su padre le hizo ver una película con los médicos que observaron desnudos mientras nacía un bebé.
Libertad se quedó sin habla. Tuvieron que ir al médico a pesar de que el chico no quería hablar porque tenía miedo de que su padre saldría regañado. Ella se fue con su hijo a un Centro de Apoyo a las Víctimas de Violencia Intrafamiliar (CAVI), pero fue enviada a una agencia de delitos sexuales. Una vez allí, le dijeron que no había ningún médico que le revise el niño, por lo que lo llevó a una clínica privada. El médico confirmó que el pene del chico estaba hinchado y sugirió a denunciar el delito. Ella llamó al padre del niño, pero dijo que sus esfuerzos serían inútiles, ya que sería la palabra de su hijo contra el suyo.
Libertad fue a la oficina del Ministerio Público, pero el muchacho no se comprobó allí tampoco, por lo que regresó al CAVI, donde fue enviada con su hijo a un Centro de Terapia de Apoyo (CTA). Un abogado leyó lo que su hijo había declarado. Ella tuvo que denunciar el delito a fin de no convertirse en cómplice. «Si no lo hace, lo haremos», le dijeron.
Tres años después de que se abusó de su hijo, Libertad continúa la búsqueda de la justicia y el padre del niño no ha sido castigado.
Alicia Rosas Rubí, abogado de la Investigación de Delitos Sexuales en la ciudad de México, dijo que más del 60% de las agresiones sexuales contra niños son cometidos por familiares: padres, padrastros, hermanos, primos, tíos, abuelos e incluso los vecinos o visitantes.
Rosas explicó que la mayoría de las quejas no conducen a un proceso judicial, ya no hay más elementos se proporcionan para continuar la investigación «o los niños ya no quieren declarar, o se ven obligados a cambiar su versión.»
Rosa María Álvarez, especialista en derechos de los niños, dijo que ocultar la violencia sexual ha sido socialmente aceptada en la cultura patriarcal y machista de México, mientras que Verónica Juárez, presidenta del Comité de Derechos Humanos de la Cámara de Representantes, dijo que seis de cada diez niños han experimentado alguna forma de violencia.
El legislador denunció que los derechos de los niños no están debidamente protegidos, que no hay coordinación entre los organismos y que un órgano rector debe discutir las políticas para hacer frente al problema.
Laura Martínez, directora de la Asociación para el Desarrollo Integral de Víctimas de Violación (Adivac) señala que nueve de cada diez casos no son denunciados, mientras que C Orina García, coordinador de la Clínica para la Atención Integral de Molested Children, dijo que el 60% de los adultos que acompañan a las víctimas abusó fueron abusados cuando eran niños.