Prohibición a carretones tirados por animales ocasiona protesta

La Asamblea General del Movimiento del Pueblo Libre presionó con una manifestación multitudinaria a las autoridades municipales de Soledad de Graciano Sánchez, obteniendo el compromiso de que en fechas próximas se modificarán los artículos del Reglamento de Tránsito que prohíben la circulación en aquella jurisdicción de vehículos de tracción animal, utilizados por los recolectores de desechos sólidos municipales.
Con Pedro Torres Esquivel a la cabeza se movilizaron los integrantes de la Asamblea del Movimiento del Pueblo Libre, para demandar con su presencia física un diálogo, con vistas de acuerdo con las autoridades municipales, a fin de que cese la prohibición a la circulación de vehículos de tracción animal.
El MPL arrancó esos acuerdos, tras un intercambio de argumentos con las autoridades municipales y tras subrayarse a estas que ninguna ley, ni reglamento, se encuentra por encima de la Constitución en donde se tutelan derechos al trabajo, a la libre asociación, manifestación y libertad de expresión.
Los integrantes de la Asamblea multitudinaria marcharon luego, acompañados por alrededor de treinta carretones tirados por mulas y caballos, hacia la Capital potosina, con miras a celebrar la victoria en la Plaza de los Fundadores.
Torres Esquivel agradeció la participación de las organizaciones integradas al Movimiento del Pueblo Libre, asegurando que se había derrotado a una fuerza dictatorial, autoritaria, representada por Ricardo Gallardo Cardona.
Advirtió que el poder corruptor no ha detenido el MPL, porque los ejes de este movimiento no residen, como es el caso de otras organizaciones y liderazgos, en la demanda de dinero. Nuestra lucha, dijo, es una lucha por la dignidad, y la hemos recuperado para los soledenses.
Por momentos, la batería de carretones tirados por viejos corceles, se alineó en la Plaza de los Fundadores, cuando, desde el estrado, se escucharon las arengas de los diversos dirigentes, entre estas, una voz juvenil que remitió al mismísimo Presidente Gallardo, a un sitio por demás incómodo.