El cadáver de una mujer joven, la cual había sido encontrada con graves lesiones cerca del Distribuidor Juárez y llevada a bordo de una ambulancia al Hospital Central, donde finalmente falleció poco después de haber ingresado, fue identificado y, supuestamente, la policía ya resolvió el caso, no fue asesinada sino simplemente se trató de un accidente.
En un comunicado, la Procuraduría General de Justicia del Estado informó de la identificación del cadáver de la mujer que el pasado 26 de junio por la madrugada, fue levantado por personal de una ambulancia de protección civil en las cercanías del Distribuidor Juárez, y también se despejó la presunción de un supuesto homicidio.
El suceso tuvo lugar alrededor de las 03:30 horas de la madrugada del citado día, luego de que varios automovilistas reportaron la presencia de un cuerpo sobre la carretera a Matehuala a unos 200 metros del distribuidor.
Se especuló que probablemente la mujer había sido apuñaleada y lanzada sobre la cinta de rodamiento para simular un atropellamiento, sin embargo las dudas se despejaron con el resultado de la necropsia y la declaración de la madre de la victima.
Se supo que la víctima fue identificada como María Magdalena Arona Alvarez, de 32 años de edad, según refiere su madre María Guillermina Álvarez Lozano, quien además señaló que la misma tuvo su domicilio con ella en la colonia Industrial Mexicana.
María Magdalena Arona Alvarez se dedicaba a la venta de dulces y chicles a bordo de las unidades del transporte urbano, frecuentemente regresaba golpeada a casa ya que era muy distraída y la atropellaban y que también acostumbraba a permanecer días sin llegar a la vivienda.
Y por lo que hace a las heridas cortantes que presentaba, se dio a conocer que muy probablemente le fueron inferidas con vidrios del auto que probablemente la atropelló o algo parecido ya que no presentaban profundidad. Así el caso fue cerrado.
