México no prevé realizar una revisión de su política de refugio, pues, en medio de ésta crisis humanitaria de menores migrantes no acompañados, no percibe un incremento en las solicitudes, aseguró el secretario de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade.
En conferencia de prensa se le preguntó al canciller sobre qué respuesta daría a la ONU, organismo que se pronunció porque México y Estados Unidos brinden ésta protección internacional a los niños y adolescentes que salen de sus países huyendo de la violencia.
«México tiene instancias específicas para atender las solicitudes, hace una valoración cuidadosa de cada una de ellas y está atento de revisar en todos los casos los méritos de las solicitudes en lo individual», contestó el canciller.
Se refirió además al tema de la niña ecuatoriana de 12 años que falleció hace cuatro meses en Ciudad Juárez, y señaló que hay un diálogo permanente con las instancias de justicia ecuatorianas para atender el caso. «La investigación se hará hasta sus últimas consecuencias», dijo Meade.
Aseguró que México ha anunciado una respuesta integral y de gobierno frente al reto migratorio que implica aspectos de fortalecimiento a la niñez migrante de espacios de atención se salud y de albergue.
«Se anunció que se construirán cinco nuevos albergues y que se multiplicarán las instancias que ofrecen atención en salud a niños migrantes», señaló.
Este fin de semana, anunció Meade, se reunirá con los cancilleres de Honduras, El Salvador y Guatemala, con quienes definirá cuándo realizar un seminario de mejores prácticas consulares a fin de tener en tiempo real información de los casos de atención así como generación de estadísticas que permitan generar tendencias.
El próximo lunes la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y la Santa Sede realizarán el Coloquio sobre Migración Internacional y Desarrollo. Al evento, que está contemplado inaugure el canciller José Antonio Meade, se prevé que acuda el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado de la Santa Sede y los cancilleres de los tres países del triángulo norte.
Asisten académicos, autoridades de los diversos países implicados, integrantes de la jerarquía católica, así como defensores de los derechos humanos. En los cuatro paneles se abordarán temas diversos que implican legislación, responsabilidad de autoridades, mejores prácticas de atención, entre otros. Todo ello dirigido de manera especial para abordar a grupos vulnerables como mujeres y niñez migrante.