Luego de que el viernes rescataron a tres de los 11 mineros, autoridades hondureñas cesaron la búsqueda del resto, pues aseguran que supondría nuevos derrumbes y ya no hay esperanza de hallarlos vivos
Rescatistas y mineros cesaron el lunes definitivamente las operaciones de bús-queda de los ocho obreros atrapados hace cinco días en una mina artesanal de oro en el sur de Honduras debido al alto riesgo que supondría nuevos derrumbes y a que ya no hay esperanza de hallarlos vivos, dijeron autoridades.
Las operaciones de salvamento habían sido reanudadas la mañana del domingo en una lenta y arriesgada intervención para recuperar lo que ya serían cadáveres, debido a presiones de los familiares y colegas de los desaparecidos en la zona, a unos 100 kilómetros al sur de Tegucigalpa, en el municipio minero de El Corpus.
«Las operaciones de búsqueda y rescate han sido suspendidas definitivamente debido al peligro de nuevos derrumbes al interior de la mina, no podemos arriesgar más vidas», dijo el jefe del Comisionado Permanente de Contingencias (COPECO), Ulíses Alvarado.
Cuando ocurrió el derrumbe el miércoles, 11 mineros habían quedado atrapados pero tres fueron rescatados vivos el viernes.
Los rescatistas habían logrado mantener comunicación desde el colapso de la mina con estos tres hombres a través de sonidos, pero nunca lograron contactarse con los ocho restantes.
En las agrestes montañas de esta región operan más de 50 explotaciones mineras artesanales en condiciones inseguras, en angostos túneles y estrechos y complicados laberintos donde trabajan unos 3 mil obreros que en su mayoría son campesinos pobres.El incidente, el peor y más letal en varias décadas en materia de explotación minera artesanal, abrió un debate en Honduras sobre la regulación de este tipo de minas y las condiciones ambientales y de seguridad que deben imperar.
