Este fin de semana, la agencia espacial NASA decidió resucitar una de sus naves en el espacio dejada a la deriva y sin uso por más de 27 años. Hablamos del equipo ISEE-3, lanzado originalmente en 1978 y que tenía como misión medir el viento solar, pero que fue dado de baja luego que se alejara cada vez más de la Tierra en 1987.
Ahora, un grupo de trabajadores de la NASA logró utilizar nuevamente esta nave, traerla a ruta y cambiar su orientación a un punto donde le será más fácil comunicarse con la Tierra.
Esta tarea, si bien tomó varios días, ya entregó sus primeros resultados. El ISEE-3 pudo anunciar, por ejemplo, un nuevo evento solar que se llevó a cabo el pasado 1ro de julio.
La nave comenzó a dar sus primeras señales de vida en 2008, cuando un grupo de trabajadores de la NASA descubrieron que el equipo todavía transmitía señales. Sin embargo, en ese minuto la agencia no intentó «despertar» a la nave, sino que traerla de vuelta inmediatamente a la Tierra.
Se espera que a partir del martes, el equipo de la NASA detrás de esta hazaña comience a buscar una nueva trayectoria para este equipo y una nueva fuente de poder para mantener con vida al proyecto ISEE-3, incluso para investigaciones civiles.
No obstante, esto será solamente por unos meses, antes de que el equipo regrese a la Tierra y termine con su misión definitivamente.