Gobierno necesita acercarse a la población: Arzobispado

Tras señalar que “el bien debe procurarse para todos”, el representante legal de la arquidiócesis de San Luis Potosí, Marco Antonio Luna Aguilar, exhortó a la sociedad y a las autoridades a multiplicar los esfuerzos necesarios para alcanzar este estado de igualdad y justicia en el goce de los mejores niveles posibles de bienestar.

Al señalarse que la ciudadanía y las autoridades del estado y municipios de San Luis Potosí han dejado de estar en sintonía, toda vez que éstas no han sido capaces de atender y satisfacer la demanda social, el sacerdote advirtió que:

“Si hemos elegido a nuestras autoridades, lo mejor será que sepamos (sic) estar cerca de ellos para hacerles saber y sentir cuáles son nuestras necesidades. Yo creo que la autoridad, y en ese caso, nuestro gobierno –abundó–, nuestros representantes necesitan de la cercanía de la población para sentir y conocer esas necesidades”, manifestó.

Dijo, en este sentido que: “Yo estoy seguro que tienen la disposición… y espero que así lo sea, de seguir ofreciendo lo mejor…”

Se le hizo notar el estado de cosas en que se encuentra la capital potosina con vialidades caracterizadas por los baches y la ausencia de control vehicular, inseguridad, deficiencia de servicios de alumbrado, con un centro histórico descuidado, con la prostitución en las inmediaciones, de donde se desprende que las autoridades no están siendo sensibles.

“La problemática sabemos que es muy grande y que por eso requiere un mayor esfuerzo, y los invitamos a eso, a hacer un mayor esfuerzo…”, indicó

¿Presionar a las autoridades?, se le preguntó, a lo que respondió:
–Hacer un mayor esfuerzo –respondió diplomático el sacerdote.

La imagen de la Capital potosina, en particular, afectada incluso por el grafiti, la sensación de inseguridad que se refleja en el reforzamiento de los retenes de acceso a la Plaza de Armas, en el robo de placas de bronce de edificaciones integradas al patrimonio histórico cultural, entre otras, ha pasado de ser sólo objeto de crítica de los capitalinos, al trascender a quienes nos visitan, por diversas razones.