Crisis humanitaria sin fin

Mucho revuelo le han dado medios masivos de comunicación a la información de la detención injusta de miles de menores de edad –centro americanos y mexicanos- que se atreven a cruzar la frontera de los Estados Unidos, que antes de repatriarlos a sus países de origen les dan trato de delincuentes o tratados como animales en centros de reclusión gringos, donde viven y duermen hacinados, sin posibilidad de ver a sus familiares o que puedan pasar por ellos. Por ésta terrible situaciónde “crisis humanitaria”, se lanzan indignadas y “conmovedoras” condenas por parte de notables comentaristas, políticos y gobernantes en nuestro país, exigiendo que dejen en libertad a los niños.
Sin embargo tales reclamos de “justicia”, y de exigencia de respeto a los derechos humanos resultan pura palabrería y poses hipócritas, para poner fin, a tan grave situación que padecen no solo los menores recluidos en las cárceles gringas, sino los que aún no salen de su patria en la búsqueda de una mejor suerte que su país no puede ofrecerles. Es el caso de nuestro país que a sus jóvenes no les puede dar trabajo ni estudios, según datos del INEGI, más de 7 millones de hombres y mujeres en edad de trabajar o estudiar, no tiene ninguna de las dos ocupaciones. Veinte y tres niños mueren por desnutrición diariamente en nuestro país. ¿Qué estamos dejando al futuro? Toda una generación de jóvenes sin esperanza en “la vida que vendrá” o que caen en las manos de la delincuencia, las drogas o mueren en su intento por sobrevivir en este cruel mundo.
En el caso potosino la situación de los infantes es la misma o peor que en otras entidades del país. En San Luis Potosí, mueren 10 niños al año por hambre o desnutrición (datos de la SEDESOL), 247 mil jóvenes están en la calidad de “ninis”, ni estudian ni trabajan. Por tan grave situación muchos jóvenes caen en las garras de la delincuencia, la “trata de blancas” o a ser contratados en condiciones laborales prácticamente de esclavitud, como es el caso de los niños jornaleros que son explotados sin misericordia en los campos agrícolas del altiplano. Un hecho que puso al descubierto el estado de indefensión laboral en que se encuentran los menores, fue el accidente automovilístico que sufrieron los niños trabajadores de Villa de Guadalupe que al volcarse la camioneta en que se trasladaban por la carretera 57, dos niños, uno de cinco y otro de siete años perdieron la vida, y otros 15 aún se encuentran hospitalizados por la gravedad de su estado de salud.
¿Hasta cuándo se acabará tan grave crisis humanitaria? No en Estados Unidos, aquí en nuestro país, aquí en nuestra patria chica. ¿Y qué hacemos para que llegue al final?.