Revisión de arte en el Centro Pompidou

El Centro Pompidou de París acoge tres muestras que, aunque diferentes, son complementarias, ya que aparte de enfocarse al arte más contemporáneo y global, descubren el final del movimiento dadaísta y el inicio del surrealismo desde un ángulo novedoso.
Este último es el enfoque elegido en la exposición Man Ray, Picabia y la revista Litérature (1922-1924), que hasta el 8 de septiembre se exhibirá en la Galería de Arte Gráfico del MNAM y reúne el trabajo de los dos artistas pioneros, ambos grandes colaboradores de esa publicación, que terminaría dirigiendo en solitario André Breton.
Son cerca de 150 obras, algunas de gran formato o tan célebres como el Violon d’Ingres de Man Ray, pero ante todo presenta por primera vez 17 dibujos inéditos de Picabia, un “conjunto excepcional y rarísimo”, destacan sus comisarios, Clément Chéroux y Christian Briend. De dimensiones mucho mayores está la exhibición Una historia, Arte, Arquitectura, Diseño, de los años 80 a nuestros días, que cambiará el rostro del Centro Pompidou (MNAM) durante los próximos seis meses, presenta sus fondos contemporáneos desde una nueva perspectiva. Es una selección de 400 obras de alrededor de 200 artistas de todo el mundo, escogidas “a partir del artista como historiador, explorador o investigador”, dijo el director del museo, Bernard Blistène.
Los fondos, recordó, vienen de “una de las colecciones más importantes de arte moderno y contemporáneo del mundo”, que posee 110 mil obras y que es amplificada y renovada sin cesar. Se ha creído indispensable mostrar su estado actual, “no desde un enfoque puramente histórico o cronológico, sino temático y más analítico”.
De la tercera exhibición, subrayó que, antes de que el Pompidou organizase en 1989 Magiciens de la Terre, los museos centraban su visión del arte todavía esencialmente en Europa, y el debate lo era “sobre todo entre culturas europeas y estadounidenses”.
“Con su generosidad, con sus torpezas quizás también”, apuntó, esa muestra abrió otra vía para “repensar el territorio o los territorios de la creación, más allá de esa oposición”.
Resaltó que es una “première”, porque es “una exposición sobre una exposición”, la organizada en los albores de una globalización todavía no reconocida como tal y que hoy aparece como uno de los momentos fundadores del proceso de globalización del arte contemporáneo.