Presidente chino visita Surcorea; Norcorea molesta

El presidente chino, Xi Jinping, llegó el jueves a Corea del Sur para una cumbre que espera cumplir varios objetivos: gestionar los desaires de Corea del Norte con su política de armas nucleares, reforzar una relación comercial ya floreciente con Seúl y enviar un mensaje a Washington y Tokio sobre la creciente influencia de Beijing al sur de la zona desmilitarizada de Corea.

Aunque hubo sonrisas y pompa durante la llegada de Xi a Corea del Sur, su vecina Corea del Norte dio la bienvenida al líder de su único gran aliado y fuente crucial de combustible y alimentos, con una ráfaga de pruebas de cohetes y misiles, la más reciente el miércoles.

Esto marca la clara intención del ejército norcoreano de realizar más pruebas, empezando por hoy jueves, como parte del enojo de Pyongyang al haber sido plantado por su archirival.

La decisión de Xi de reunirse con la presidente de Corea del Sur, Park Geun-hye, en lugar de con el líder norcoreano, Kim Jong, da un vuelco a las relaciones tradicionales, ya que desde que Beijing y Seúl establecieron relaciones diplomáticas en 1992, los presidentes chinos siempre eligieron convertir la visita a Pyongyang en su primer destino oficial en la península coreana.

El viaje pone de relieve el interés de Beijing en la consolidación del comercio y la diplomacia con Seúl y muestra su aversión a los intentos desestabilizadores de Pyongyang y al uso de armas nucleares.

Beijing, enredada en disputas hostiles a lo largo de Asia, podría ver una oportunidad de relanzar su influencia con el vecino raro que sin embargo se siente favorablemente inclinado hacia China, mientras que a la vez forma una cuña entre EU y sus aliados, Seúl y Tokio.